La Archibasílica del Salvador y de los santos Juan
Bautista y Juan Evangelista, más conocida como Archibasílica de San Juan de Letrán es la catedral de Roma, donde
se encuentra la sede episcopal del obispo de Roma (el Papa). Está dedicada a
Cristo Salvador, sin embargo es más conocida con el nombre de San Juan, por
estar dedicada a los dos santos principales que llevan este nombre.
El nombre oficial es Archibasilica
Sanctissimi Salvatoris, es la más antigua y la de rango más alto entre las
cuatro basílicas mayores o papales de Roma, y tiene el título honorífico de «Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et
caput» (madre y cabeza de toda las iglesias de la ciudad de Roma y de toda
la tierra), por ser la sede episcopal del primado de todos los obispos, el
papa. Fue consagrada por el papa San Silvestre en el año 324.
La archibasílica nace en el siglo III en tierras de los
Lateranos, noble familia romana caída en desgracia bajo Nerón, cuya propiedad
pasó por tanto al dominio imperial. El palacio pasó a manos de Constantino I cuando
se casó con su segunda mujer, Fausta, hermana de Majencio, y era conocido con
el nombre de Domus Faustae. Por
tanto, Constantino era su propietario cuando ganó la batalla del Puente Milvio (contra
Majencio), en el 312.
La tradición cristiana indica que los terrenos y la
residencia de los Lateranos fueron donados al obispo de Roma (la fecha de la
donación no es segura pero debería ser durante el pontificado del papa Melquíades),
en señal de gratitud del emperador a Cristo, que apareciéndosele durante el sueño,
le había hecho vencer en la batalla del Puente Milvio.
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