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viernes, 29 de junio de 2018

Fiesta de los Santos Pedro y Pablo


Los santos Pedro y Pablo son las columnas de la Iglesia. Por caminos a veces paralelos y a veces divergentes, pero guiados por un mismo Espíritu, extendieron el Evangelio entre los judíos y entre los paganos. Los dos entregaron su vida por el Evangelio siendo martirizados en Roma
«El día de hoy es para nosotros sagrado, porque en él celebramos el martirio de los santos apóstoles Pedro y Pablo. No nos referimos a unos mártires desconocidos. A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. Estos mártires, en su predicación, daban testimonio cíe lo que habían visto y, con un desinterés absoluto, dieron a conocer la verdad hasta morir por ella.»
Así se expresaba San Agustín en un sermón que hoy nos transcribe la Liturgia de las Horas.

miércoles, 29 de junio de 2011

Pedro y Pablo iluminan a los pastores de la Iglesia



de vaticanes  | 29/06/2011 |

"Los dos grandes apóstoles son las 'alas' del conocimiento de Dios, que han recorrido la tierra hasta sus confines y se han alzado en vuelo: son las 'manos' del Evangelio de la gracia, los 'pies' de la verdad del anuncio, los 'ríos' de la sabiduría, los 'brazos' de la cruz". En la solemnidad de los santos Pedro y Pablo y durante la oración mariana del Ángelus, el Papa recordó cómo los dos apóstoles iluminan todavía hoy a los pastores de la Iglesia "para guiar a los hombres a la verdad, formándoles en la fe en Cristo". El Pontífice recordó en especial a Pedro, quien representa la unidad del colegio apostólico…

60 años de gratitud y amistad con el Señor



de vaticanes  | 29/06/2011 |

En la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, Benedicto XVI ofreció una página de recuerdos propios, impregnados de alegría y gratitud. En el 60 aniversario de su ordenación sacerdotal y durante la misa en la basílica vaticana el Papa regresó con la memoria a 1951, cuando entabló una amistad con el Señor. "Nunca más siervos, sino amigos", dijo el Pontífice refiriéndose a esta parábola donde se concentra "el programa completo de una vida sacerdotal". Sobre estos raíles se ha deslizado la existencia de Joseph Ratzinger, impregnada del amor del Hijo de Dios, que "ha descendido hasta el fondo oscuro de nuestro pecado", y entretejida con la amistad con Cristo, una relación que no es solo conocimiento…