Mostrando entradas con la etiqueta Anuncio de la Pasión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Anuncio de la Pasión. Mostrar todas las entradas

sábado, 26 de septiembre de 2015

Evangelio del Sábado [26.09.2015]

Día litúrgico: Sábado XXV del tiempo ordinario


Texto del Evangelio (Lc 9,43b-45): En aquel tiempo, estando todos maravillados por todas las cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos: «Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto.

Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España).

«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres»

domingo, 20 de septiembre de 2015

Jesús, el "Siervo de Dios", anuncia su pasión


Hoy, llegamos al segundo de los tres preanuncios de la pasión que jalonan la subida de Jesús hacia Jerusalén. A esta enseñanza del Señor, ¡siempre!, sigue la resistencia de los discípulos. Jesús los (nos) corrige: el ascenso a Dios se produce precisamente en el descenso del servicio humilde, en el descenso del amor.

Dios mismo, en Jesucristo, se manifiesta en ese descenso: no hizo alarde de su condición divina, sino que, despojándose de su rango, tomó la condición de esclavo, hasta someterse a la "muerte de cruz" (cf. Flp 2,6-9). Los anuncios de la pasión encuentran su culminación en la explicación que sigue al último de ellos: "El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos" (Mc 10,45).

—Jesús es el "siervo" de Dios que padece y muere, tal como el profeta Isaías había previsto en sus cantos. El "servir" es la verdadera forma de reinar, y nos deja presentir algo de cómo Dios es "Señor".

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

sábado, 27 de septiembre de 2014

Evangelio del Sábado [27.09.2014]

Día litúrgico: Sábado XXV del tiempo ordinario


Texto del Evangelio (Lc 9,43b-45): En aquel tiempo, estando todos maravillados por todas las cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos: «Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto.

Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España).

El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres

lunes, 11 de agosto de 2014

Evangelio del Lunes [11.08.2014]

Día litúrgico: Lunes XIX del tiempo ordinario


Texto del Evangelio (Mt 17,22-27): En aquel tiempo, yendo un día juntos por Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le matarán, y al tercer día resucitará». Y se entristecieron mucho.

Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el didracma?». Dice él: «Sí». Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?». Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos. Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estárter. Tómalo y dáselo por mí y por ti».

Comentario: P. Joaquim PETIT Llimona, L.C. (Barcelona, España).

Yendo un día juntos por Galilea

jueves, 6 de marzo de 2014

Evangelio del Jueves [06.03.2014]

Día litúrgico: Jueves después de Ceniza


Texto del Evangelio (Lc 9,22-25): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día». Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?».

Comentario: Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España).

Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame

sábado, 28 de septiembre de 2013

Evangelio del Sábado [28.09.2013]

Día litúrgico: Sábado XXV del tiempo ordinario


Texto del Evangelio (Lc 9,43b-45): En aquel tiempo, estando todos maravillados por todas las cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos: «Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto.

Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España).

El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres

jueves, 14 de febrero de 2013

Primer anuncio de la Pasión. El camino de la cruz



Hoy, comenzando la Cuaresma, Jesucristo nos anuncia el destino del camino que emprendemos con Él: su pasión y resurrección. Este anuncio escandalizó a Simón Pedro, que acababa de reconocerle como el Mesías. Pero, justamente, seguirle en el signo de la cruz será nuestro camino, lo cual se explica de un modo antropológico: es el camino del "perderse a sí mismo", sin el cual resulta imposible encontrarse a sí mismo.

¡Para amar hay que perderse! Los cristianos deben ser instruidos continuamente, a lo largo de los siglos, por el Señor, para que sean conscientes de que su camino no es el de la gloria y poder terrenal, sino "el camino de la cruz". ¡También hoy, los cristianos llevan aparte al Señor para decirle: "Eso no puede pasarte"!

—Jesús tiene que decirnos siempre de nuevo: "¡Quítate de mi vista, Satanás!". Toda la escena muestra una inquietante actualidad, ya que, en definitiva, seguimos pensando según "la carne y la sangre" y no según la revelación que podemos recibir en la fe.