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jueves, 1 de octubre de 2015

Los fieles laicos en el Pueblo de Dios

Hoy aparece un conjunto de seguidores de Cristo más amplio que el grupo específico de los doce Apóstoles. Ahí, en este conjunto de "enviados", están tanto los Doce —que serán "fieles ordenados", sacerdotes, a partir de la Última Cena— como también un gran grupo de "fieles no ordenados", es decir, fieles corrientes de la Iglesia, fieles laicos. No son dos "clases" o "categorías", sino dos modos de pertenecer —por medio del Bautismo— al único "Pueblo de Dios" encabezado por Cristo.

La relación entre estos dos modos de incorporarse a la Iglesia debe entenderse a partir de la relación de confianza entre "pastor" y "rebaño", significando lo mismo que la expresión "Pueblo de Dios": un pueblo dedicado a Dios que está en camino, en peregrinación, a lo largo de la historia.

Ser laico es la forma normal de ser cristiano y de vivir el Evangelio abordando las cuestiones cotidianas de este mundo. Abarcar y transformar el mundo en el cristianismo: ¡he aquí el auténtico apostolado de los seglares!

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

sábado, 4 de octubre de 2014

Evangelio del Sábado [04.10.2014]

Día litúrgico: Sábado XXVI del tiempo ordinario



Texto del Evangelio (Lc 10,17-24): En aquel tiempo, regresaron alegres los setenta y dos, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre». Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño; pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos».

En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo, y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron».

Comentario: + Rev. D. Josep VALL i Mundó (Barcelona, España).

Se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo, y dijo: ‘Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra’

jueves, 2 de octubre de 2014

Los fieles laicos en el Pueblo de Dios


Hoy, en el Evangelio, aparece un conjunto de seguidores de Cristo más amplio que el grupo específico de los doce Apóstoles. Ahí, en este conjunto de "enviados", están tanto los Doce —que serán "fieles ordenados", sacerdotes, a partir de la Última Cena— como también un gran grupo de "fieles no ordenados", es decir, fieles corrientes de la Iglesia, fieles laicos. No son dos "clases" o "categorías", sino dos modos de pertenecer —por medio del Bautismo— al único "Pueblo de Dios" encabezado por Cristo.

La relación entre estos dos modos de incorporarse a la Iglesia debe entenderse a partir de la relación de confianza entre "pastor" y "rebaño", significando lo mismo que la expresión "Pueblo de Dios": un pueblo dedicado a Dios que está en camino, en peregrinación, a lo largo de la historia.

—Ser laico es la forma normal de ser cristiano y de vivir el Evangelio abordando las cuestiones cotidianas de este mundo. Abarcar y transformar el mundo en el cristianismo: ¡he aquí el auténtico apostolado de los seglares!