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domingo, 28 de mayo de 2017

Evangelio del Domingo [28.05.2017]



Día litúrgico: Ascensión del Señor (A)

Texto del Evangelio (Mt 28,16-20): En aquel tiempo, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo».

Comentario: Dr. Josef ARQUER (Berlín, Alemania).

«Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra»

martes, 23 de mayo de 2017

Evangelio del Martes [23.05.2017]



Día litúrgico: Martes VI de Pascua




Texto del Evangelio (Jn 16,5-11): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: '¿Adónde vas?'. Sino que por haberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré: y cuando Él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio; en lo referente al pecado, porque no creen en mí; en lo referente a la justicia porque me voy al Padre, y ya no me veréis; en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado».

Comentario: Fr. Joseph A. PELLEGRINO (Tarpon Springs, Florida, Estados Unidos).

«Os conviene que yo me vaya»


domingo, 8 de mayo de 2016

Evangelio del Domingo [08.05.2016]

Día litúrgico: Ascensión del Señor (C)


Texto del Evangelio (Lc 24,46-53): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Así está escrito que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros seréis testigos de estas cosas. Mirad, voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto».

Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Y sucedió que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, después de postrarse ante Él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo, y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.

Comentario: P. Abad Dom Josep ALEGRE Abad de Santa Mª de Poblet (Tarragona, España).

«Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo»

domingo, 17 de mayo de 2015

La Ascensión de Cristo: el ser humano entra de un modo nuevo en la intimidad de Dios

Hoy Jesús se despide de los Apóstoles. Inmediatamente después, "fue elevado" en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos. Es el misterio de la Ascensión. El uso del verbo "elevar" tiene su origen en el Antiguo Testamento, y se refiere a la toma de posesión de la realeza: la Ascensión de Cristo significa, en primer lugar, la toma de posesión del Hijo del hombre crucificado y resucitado de la realeza de Dios sobre el mundo.

Pero hay un sentido más profundo, que no se percibe en un primer momento. La presencia de la nube que "lo ocultó a sus ojos" (Hch 1,9) hace referencia a una antiquísima imagen de la teología del Antiguo Testamento (desde la nube del Sinaí…, hasta la nube luminosa sobre el monte de la Transfiguración): evoca, en definitiva, el "sentarse a la derecha de Dios".

—En el Cristo elevado al cielo el ser humano ha entrado de modo inaudito y nuevo en la intimidad de Dios; el hombre encuentra, ya para siempre, espacio en Dios.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

Evangelio del Domingo [17.05.2015]

Día litúrgico: Ascensión del Señor (B)


Texto del Evangelio (Mc 16,15-20): En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien».

Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.

Comentario: Fray Lluc TORCAL Monje del Monasterio de Sta. Mª de Poblet (Santa Maria de Poblet, Tarragona, España).

El Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios

martes, 12 de mayo de 2015

Evangelio del Martes [12.05.2015]

Día litúrgico: Martes VI de Pascua


Texto del Evangelio (Jn 16,5-11): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: ‘¿Adónde vas?’. Sino que por haberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré: y cuando Él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio; en lo referente al pecado, porque no creen en mí; en lo referente a la justicia porque me voy al Padre, y ya no me veréis; en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado».

Comentario: Fr. Joseph A. PELLEGRINO (Tarpon Springs, Florida, Estados Unidos).

Os conviene que yo me vaya

sábado, 11 de mayo de 2013

Evangelio del Sábado [11.05.2013]


Día litúrgico: Sábado VI de Pascua


Texto del Evangelio (Jn 16, 23-28): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre. Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado. Os he dicho todo esto en parábolas. Se acerca la hora en que ya no os hablaré en parábolas, sino que con toda claridad os hablaré acerca del Padre. Aquel día pediréis en mi nombre y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque me queréis a mí y creéis que salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre».

Comentario: Rev. D. Xavier ROMERO i Galdeano (Cervera, Lleida, España).

Salí del Padre (...) y voy al Padre

martes, 7 de mayo de 2013

Evangelio del Martes [07.05.2013]


Día litúrgico: Martes VI de Pascua


Texto del Evangelio (Jn 16,5-11): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: ‘¿Adónde vas?’. Sino que por haberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré: y cuando Él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio; en lo referente al pecado, porque no creen en mí; en lo referente a la justicia porque me voy al Padre, y ya no me veréis; en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado».

Comentario: Fr. Joseph A. PELLEGRINO (Tarpon Springs, Florida, Estados Unidos).

Os conviene que yo me vaya

sábado, 16 de junio de 2012

El "corazón" de María



Hoy celebramos el Corazón Inmaculado de María. Un corazón sin mancha, lleno de Dios, abierto totalmente a obedecerle y escucharle. El corazón, en el lenguaje de la Biblia, se refiere a lo más profundo de la persona, de donde emanan todos sus pensamientos, palabras y obras. ¿Qué emana del corazón de María? Fe, obediencia, ternura, disponibilidad, espíritu de servicio, fortaleza, humildad, sencillez, agradecimiento, y toda una estela inacabable de virtudes.

El tesoro de María es su Hijo, y en Él tiene puesto todo su corazón; los pensamientos, palabras y obras de María tienen como origen y como fin contemplar y agradar al Señor. ¿Qué guarda María en su corazón? Desde la Encarnación hasta la Ascensión de Jesús al cielo, pasando por las horas amargas del Calvario, son tantos y tantos recuerdos meditados y profundizados.

—Jesús-Dios, te pedimos tener el gozo de amarte cada día de un modo más perfecto, con todo el corazón, como buenos hijos de la Virgen.

Comentario: Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells (Salt, Girona, España).

domingo, 20 de mayo de 2012

La Ascensión de Cristo: el ser humano entra de un modo nuevo en la intimidad de Dios



Hoy Jesús se despide de los Apóstoles. Inmediatamente después, "fue elevado" en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos. Es el misterio de la Ascensión. El uso del verbo "elevar" tiene su origen en el Antiguo Testamento, y se refiere a la toma de posesión de la realeza: la Ascensión de Cristo significa, en primer lugar, la toma de posesión del Hijo del hombre crucificado y resucitado de la realeza de Dios sobre el mundo.

Pero hay un sentido más profundo, que no se percibe en un primer momento. La presencia de la nube que "lo ocultó a sus ojos" (Hch 1,9) hace referencia a una antiquísima imagen de la teología del Antiguo Testamento (desde la nube del Sinaí…, hasta la nube luminosa sobre el monte de la Transfiguración): evoca, en definitiva, el "sentarse a la derecha de Dios".

—En el Cristo elevado al cielo el ser humano ha entrado de modo inaudito y nuevo en la intimidad de Dios; el hombre encuentra, ya para siempre, espacio en Dios.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

sábado, 19 de mayo de 2012

La filiación divina



Hoy, en vigilias de la Ascensión del Señor, el Evangelio nos deja unas palabras de despedida entrañables. Jesús nos hace participar de su misterio más preciado: Dios Padre es su origen y es, a la vez, su destino. “Aquel” a quien los judíos denominan Dios es el que nos ha enviado a Jesús; es, por tanto, el Padre de los creyentes.

Y esta filiación divina de Jesús nos recuerda otro aspecto fundamental para nuestra vida: los bautizados somos hijos de Dios en Cristo por el Espíritu Santo. Esto contiene un misterio bellísimo para nosotros: esta paternidad divina adoptiva de Dios hacia cada hombre se distingue de la adopción humana en que tiene un fundamento real en cada uno de nosotros, ya que supone un nuevo nacimiento. Por tanto, quien ha quedado introducido en la gran Familia divina ya no es un extraño.

—Concédenos, Dios todopoderoso, exultar de gozo y darte gracias porque la Ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria.

Comentario: Rev. D. Xavier ROMERO i Galdeano (Cervera, Lleida, España).