Día litúrgico: Martes XXII del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Lc 4,31-37): En aquel tiempo,
Jesús bajó a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. Quedaban
asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga
un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo, y se puso a gritar a
grandes voces: «¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has
venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús entonces le
conminó diciendo: «Cállate, y sal de él». Y el demonio, arrojándole en medio,
salió de él sin hacerle ningún daño. Quedaron todos pasmados, y se decían unos
a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus
inmundos y salen». Y su fama se extendió por todos los lugares de la región.
Comentario: Rev. D. Joan BLADÉ i Piñol
(Barcelona, España).
Quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con
autoridad