Día litúrgico: Sábado XXXII del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Lc 18,1-8): En aquel tiempo,
Jesús les propuso una parábola para inculcarles que es preciso orar siempre sin
desfallecer. «Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a
los hombres. Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo:
‘¡Hazme justicia contra mi adversario!’. Durante mucho tiempo no quiso, pero
después se dijo a sí mismo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres,
como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga
continuamente a importunarme’».
Dijo, pues, el Señor: «Oíd lo que dice el juez injusto; y
Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a Él día y noche, y
les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo
del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?».
Comentario: + Rev. D. Joan FARRÉS i Llarisó (Rubí,
Barcelona, España).
«Es preciso orar siempre sin desfallecer»