Patrona de Francia y Doncella de Orleáns.
Una jovencita de 13 años, de Domremy (Francia), llamada
Juana de Arco, mientras rezaba en la iglesia de su pueblo, oyó voces
misteriosas que la invitaban a liberar a Francia que estaba dominada en gran
parte por los ingleses. Cuatro años después el gobernador de la provincia, a
quien Juana de Arco le había contado lo que le había sucedido, la llevó donde
el Delfín a Chinon. Al hablar con el futuro rey Carlos, ella demostró que
conocía cosas secretísimas que solamente el cielo había podido revelarle. El Delfín,
al principio, desconfió pero después se convenció de que la joven era enviada
de Dios; entonces le confió el mando de las tropas que sitiaban a Orleáns, y en
poco tiempo reconquistaron casi todo el territorio francés.