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sábado, 29 de octubre de 2016

Evangelio del Sábado [29.10.2016]

Día litúrgico: Sábado XXX del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 14,1.7-11): Un sábado, sucedió que, habiendo ido Jesús a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando. Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: ‘Deja el sitio a éste’, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».

Comentario: Rev. D. Josep FONT i Gallart (Tremp, Lleida, España).

«Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos...»

domingo, 24 de enero de 2016

Evangelio del Domingo [24.01.2016]

Día litúrgico: Domingo III (C) del tiempo ordinario


Texto del Evangelio (Lc 1,1-4;4,14-21): Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región. Él iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos. Vino a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor». Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy».

Comentario: Rev. D. Bernat GIMENO i Capín (Barcelona, España).

«Para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido»

sábado, 4 de enero de 2014

Evangelio del Sábado [04.01.2014]

Día litúrgico: 4 de Enero (Feria del tiempo de Navidad)



Texto del Evangelio (Jn 1,35-42): En aquel tiempo, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios». Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?». Ellos le respondieron: «Rabbí —que quiere decir, “Maestro”— ¿dónde vives?». Les respondió: «Venid y lo veréis». Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día. Era más o menos la hora décima. Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Éste se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» —que quiere decir, Cristo—. Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» —que quiere decir, “Piedra”.

Comentario: Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España).

‘Maestro, ¿dónde vives?’. Les respondió: ‘Venid y lo veréis’

miércoles, 16 de mayo de 2012

El "depósito" de la fe



Hoy —en este breve texto de san Juan— Jesús aparece, básicamente, como Maestro. Su preocupación máxima es "decirnos cosas". Cosas que salvan y que, de diversos modos, fueron pre-dichas en el Antiguo Testamento. Pero tiene que dosificar su transmisión porque "ahora no podéis con ello". A veces no son verdades fácilmente digeribles. El Espíritu de la verdad "os guiará hacia la verdad completa".

La acumulación de las "cosas" que nos dice Jesús constituye el depósito de la fe. Creer es, primariamente, conocer. La Iglesia nos invita a "razonar", a profundizar lo que nos "dice" Jesucristo. Si no hay "razonamiento" que la profundice, si no hay una buena información religiosa permanente, la fe se convierte en "discusiones de café".

—No se me había ocurrido, Señor, que mi misa dominical es escuchar cosas que Tú me "dices". ¿No sería hora, Señor, de colocar, en un sitio de honor de mi casa el "Catecismo de la Iglesia Católica"? Para leerlo, claro. ¡Para estudiarlo!

Comentario: Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch (Salt, Girona, España).