Texto
del Evangelio (Jn 3,16-21): En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: «Tanto amó
Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no
perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al
mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree
en Él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído
en el Nombre del Hijo único de Dios. Y el juicio está en que vino la luz al
mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran
malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que
no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que
quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios».
Comentario: Fr. Damien LIN Yuanheng (Singapore, Singapur).
«Vino
la luz al mundo»