Mostrando entradas con la etiqueta Adorar al Dios vivo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Adorar al Dios vivo. Mostrar todas las entradas

lunes, 6 de abril de 2015

Adorar es reconocer desde la humildad la grandeza infinita de Dios

Hoy, más que nunca, se hace necesaria la adoración. Adorar es postrarse, es reconocer desde la humildad la grandeza infinita de Dios. Sólo la verdadera humildad puede reconocer la verdadera grandeza, y reconoce también lo pequeño que pretende presentarse como grande.

Una de las mayores perversiones de nuestro tiempo es que se nos propone adorar lo humano dejando de lado lo divino. “Sólo al Señor adorarás” es el gran desafío ante tantas propuestas de nada y vacío. No adorar a los ídolos contemporáneos —con sus cantos de sirena— es el gran desafío de nuestro presente. Ídolos que causan muerte no merecen adoración alguna, sólo el Dios de la vida merece adoración y gloria.

Adorar es decir “Dios” y decir “vida”. Adorar es ser testigos alegres de su victoria, es no dejarnos vencer por la gran tribulación y gustar anticipadamente de la fiesta del encuentro con el Cordero, el único digno de adoración y en quien celebramos el triunfo de la vida y del amor sobre la muerte y el desamparo.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos del Papa Francisco) (Città del Vaticano, Vaticano).

miércoles, 3 de julio de 2013

Papa Francisco: Ayudar a los pobres es como tocar las heridas de Jesús



3 de julio, 2013 (romereports.com) Durante una de sus últimas misas antes de sus vacaciones, el Papa reflexionó sobre el apóstol Santo Tomás, cuya fiesta se celebra hoy. El Papa recordó las dudas del apóstol antes de ver a Jesús resucitado y tocar sus heridas. Por eso, Francisco dijo que para encontrar hoy a Dios hay que besar las heridas de Jesús en quienes tienen hambre, son pobres, están enfermos o encarcelados.

Papa Francisco
“Encontrarás las llagas de Jesús haciendo obras de misericordia, ayudando al cuerpo -el cuerpo- el alma también, pero -insisto- al cuerpo de tu hermano herido, porque tiene hambre, porque tiene sed, porque está desnudo, porque ha sido humillado, porque es esclavo, porque está en la cárcel, porque está en el hospital. Esas son las heridas de Jesús de hoy. Jesús nos pide que hagamos un acto de fe en Él, pero a través de estas heridas.

“Ah, muy bien. Vamos a hacer una fundación para ayudar a todos y vamos a hacer muchas cosas buenas para ayudarles”. Eso es importante, pero si nos quedamos a este nivel seremos sólo filántropos. Tenemos que tocar las heridas de Jesús, debemos acariciar las heridas de Jesús, tenemos que curar las heridas de Jesús, con ternura, tenemos que besar las heridas de Jesús, literalmente. Basta pensar a lo que le pasó a San Francisco cuando abrazó al leproso. Lo mismo que a Tomás: su vida cambió .

La misa fue concelebrada por el cardenal francés Jean-Louis Tauran, el que anunció al mundo la elección del Papa Francisco el pasado 13 de marzo.

Extractos de La Homilía