miércoles, 16 de mayo de 2012

El "depósito" de la fe



Hoy —en este breve texto de san Juan— Jesús aparece, básicamente, como Maestro. Su preocupación máxima es "decirnos cosas". Cosas que salvan y que, de diversos modos, fueron pre-dichas en el Antiguo Testamento. Pero tiene que dosificar su transmisión porque "ahora no podéis con ello". A veces no son verdades fácilmente digeribles. El Espíritu de la verdad "os guiará hacia la verdad completa".

La acumulación de las "cosas" que nos dice Jesús constituye el depósito de la fe. Creer es, primariamente, conocer. La Iglesia nos invita a "razonar", a profundizar lo que nos "dice" Jesucristo. Si no hay "razonamiento" que la profundice, si no hay una buena información religiosa permanente, la fe se convierte en "discusiones de café".

—No se me había ocurrido, Señor, que mi misa dominical es escuchar cosas que Tú me "dices". ¿No sería hora, Señor, de colocar, en un sitio de honor de mi casa el "Catecismo de la Iglesia Católica"? Para leerlo, claro. ¡Para estudiarlo!

Comentario: Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch (Salt, Girona, España).

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