Hoy Jesús se despide de los Apóstoles. Inmediatamente después,
"fue elevado" en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos.
Es el misterio de la Ascensión. El uso del verbo "elevar" tiene su
origen en el Antiguo Testamento, y se refiere a la toma de posesión de la
realeza: la Ascensión de Cristo significa, en primer lugar, la toma de posesión
del Hijo del hombre crucificado y resucitado de la realeza de Dios sobre el
mundo.
Pero hay un sentido más profundo, que no se percibe en un primer
momento. La presencia de la nube que "lo ocultó a sus ojos" (Hch 1,9)
hace referencia a una antiquísima imagen de la teología del Antiguo Testamento
(desde la nube del Sinaí…, hasta la nube luminosa sobre el monte de la
Transfiguración): evoca, en definitiva, el "sentarse a la derecha de
Dios".
—En el Cristo elevado al cielo el ser humano ha entrado de modo
inaudito y nuevo en la intimidad de Dios; el hombre encuentra, ya para siempre,
espacio en Dios.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto
XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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