“Listos para
proclamar el Evangelio de la Paz” (Ef 6,15).
Ante los sucesos que vienen ocurriendo en el sur del país,
particularmente en la Provincia de Islay, con motivo del proyecto minero “Tía
María”, llamamos a una profunda reflexión, que desemboque en una pronta acción
en defensa de la vida, la construcción de la paz y la justicia.
Tenemos conocimiento de la importancia de proyectos como
el de Tía María porque implicarán altos niveles de inversión para la economía
de la región y del país, con la consecuente creación de puestos de trabajo,
importantes obras de infraestructura y el aporte a los recursos públicos,
especialmente regionales y locales, con todo lo que ello implicaría en favor de
la calidad de vida.
Sin embargo, nos preocupa las poblaciones que durante años
viven de la agricultura, dinamizada en los últimos tiempos, que es necesario
promover y proteger, puesto que favorece la alimentación y una muy importante
generación de puestos de trabajo, que mejora la economía de las familias, la
región y del país en su conjunto. En el importante valle del río Tambo, para
favorecer la agricultura, es necesario proteger el agua tanto superficial como
del subsuelo. La calidad del aire y de la tierra es también esencial para
lograr los necesarios niveles de productividad. Nuestra mirada debe incluir el
bien común, el cuidado de la Creación, un desarrollo verdaderamente humano,
sostenible y solidario.
Lamentamos profundamente los hechos de violencia que se
vienen suscitando y en particular la muerte de hermanos nuestros, como
Victoriano Huayna y Henry Checlla. ¡No debe haber más víctimas¡. Lamentamos
también los numerosos heridos tanto de la policía como de civiles que ya son
muchos. ¡No más violencia¡. Llamamos a las fuerzas del orden y también a la
población civil a reafirmar el respeto por los derechos humanos y por la paz.
Es sumamente necesario retomar el diálogo alturado, con la buena voluntad de
todas las partes implicadas, que deben participar en él para que se restablezca
la Paz.
Como lo hemos manifestado en el Comunicado de los Obispos
del Perú de enero del presente año: “La paz es la buena noticia del Evangelio.
La debemos construir entre todos, porque son "Bienaventurados los que
trabajan por la paz" (Mt 5,9). En ese sentido, ratificamos nuestra
voluntad de respaldar y apoyar las iniciativas para restablecer el diálogo y la
construcción de Paz.
Que María, Nuestra Señora de la Paz, nos ayude a lograr el
restablecimiento de la paz en el sur y en todo nuestro amado Perú.
Lima, 8 de Mayo de 2015
Mons. Salvador Piñeiro
García-Calderón
Arzobispo de Ayacucho
Presidente de la Conferencia
Episcopal Peruana
Mons. Miguel
Cabrejos Vidarte OFM Mons. Pedro Barreto Jimeno SJ
Arzobispo de Trujillo Arzobispo de Huancayo
1er VicePresidente de la CEP 2º
VicePresidente de la CEP
No hay comentarios:
Publicar un comentario