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domingo, 5 de octubre de 2014

Evangelio del Domingo [05.10.2014]

Día litúrgico: Domingo XXVII (A) del tiempo ordinario


Texto del Evangelio (Mt 21,33-43): En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán’.

»Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia’. Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?». Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo». Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos».

Comentario: P. Jorge LORING SJ (Cádiz, España).

Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán’

lunes, 22 de septiembre de 2014

Francisco: A veces nos preocupa más lanzar iniciativas que prestar atención a las personas



19-09-2014

El programa de gobierno del Papa Francisco es la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, "La alegría del Evangelio”. Este congreso en Roma sirvió para desentrañar sus claves. A Francisco le gustó la idea y aceptó clausurar el encuentro.

Les explicó por ejemplo que ha querido subrayar la misión principal de la Iglesia, que es evangelizar. Y advirtió del posible miedo a afrontarse los nuevos desafíos pastorales.

Francisco
"De aquí nace la tentación de la autosuficiencia y del clericalismo, ese codificar la fe en reglas e instrucciones, como hacían los escribas, los fariseos y los doctores de la ley en tiempos de Jesús. Lo tendremos todo claro, todo ordenado, pero el pueblo de creyentes seguirá teniendo hambre y sed de Dios”.