23-05-2014
El viaje de Francisco a Tierra Santa conmemora un hecho histórico: el abrazo entre Pablo VI y el patriarca ortodoxo Atenágoras. Este gesto ponía fin a siglos de división y de excomunión mutua.
La visita de Pablo VI en 1964 fue además el primer viaje internacional de un Papa. Desde la época de Pedro ningún Pontífice había regresado los Santos Lugares.
Pablo VI definió este viaje como "una peregrinación”. Fueron tres días en los que visitó Jordania, Jerusalén, Nazaret y Belén.
36 años después, Juan Pablo II la repitió del 20 al 26 de marzo del año 2000. En el memorial de Yad Vashem rindió homenaje a las víctimas del Holocausto y en el Muro de las Lamentaciones pidió perdón por el daño que los cristianos han causado a los judíos. Un viaje que fue muy apreciado en su tiempo.