No es una devoción católica
Sus promotores la presentan como una «entidad espiritual»
que ha existido siempre, desde el principio de los tiempos hasta nuestros días,
por lo que maneja una energía denominada «energía de la muerte», capaz de
materializarse en una figura, que concentra tanto la fuerza creadora como la
destructora del universo. Según ellos, el creyente en la Santa Muerte puede
aprender a manejar esta fuerza, que emana de sus imágenes consagradas, puesto
que la Santísima (otro de sus nombres) es una de las protecciones más fuertes
que existen.
Para sus devotos, la Señora, como la llaman
afectuosamente, es capaz de aparecerse y manifestarse corporalmente o imprimir
sus imágenes en diversos lugares. En libros y revistas en los que se promueve
su culto, narran las intervenciones milagrosas que han vivido, en las que la
Santa Muerte los ha librado de múltiples peligros y les ha ayudado a resolver
problemas complicados.
¿Qué decir al respecto? Que se trata de una superstición
más, que en este caso se manifiesta dando características humanas y divinas a
un fenómeno tan natural como la muerte, que no es ni una persona ni siquiera
una cosa o fuerza. Podríamos definirla simplemente como el término de la vida.
Conviene señalar que los católicos que rinden culto a la
Santa Muerte y a sus imágenes, están haciendo un pecado gravísimo, pues les
están atribuyendo poderes que no tienen ni tendrán jamás. Por otra parte, en
vez de poner la propia confianza en Dios, la ponen en una supuesta entidad (o
ser) espiritual que, sencillamente, no existe. En realidad, la Santa Muerte no
es una persona. Es sólo un fenómeno natural como el nacer o el crecer (el
inicio y el desarrollo de la vida), aunque nunca se habla del Santo Nacimiento
o Santo Crecimiento.
Declaraciones de los obispos de México:
1. El obispo que supuestamente sigue esta secta NO está
ordenado sacerdote
2. Es una secta
3. La autodenominada “Iglesia católica tradicional,
misioneros del Sagrado Corazón y de san Felipe de Jesús”. NO son católicos, ni
tradicionalistas. Tampoco son una iglesia.
4. Quienes caen en este tipo de culto son personas que se
encuentran desesperadas, pero no por una crisis económica, sino por una crisis
de fe.
5. Los católicos que caen en este culto deben saber que es
un pecado grave: idolatría (“devoción popular” sin ningún soporte doctrinal ni
justificación teológica)
Y advierten a los seguidores de la santa muerte que “esto
no es un juego, ni la muerte es una deidad divina, detrás de ese culto hay algo
diabólico y la gente debe tener mucho cuidado. Detrás de esto está el reino del
maligno y la gente puede ser víctima de una posesión diabólica“.
La Iglesia católica alerta sobre el peligro que representa
adorar a la “santa muerte”, dado que esto trae como consecuencia pérdidas de
algún familiar o desgracias en los hogares.
Quienes siguen este culto están lejos de Dios y lejos del
Papa
Esta falsa devoción la permite, favorece y promueve una
agrupación no-católica que se autonombra “Iglesia Católica Tradicional MÉX-USA,
Misioneros del Sagrado Corazón y San Felipe de Jesús”. Es un grupo
tradicionalista, que se opone a las reformas del Concilio Vaticano II y a la
autoridad del Papa.
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