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domingo, 6 de marzo de 2016

La libertad


Hoy, el hijo se marcha "a un país lejano". Los Padres han visto aquí sobre todo el alejamiento interior del mundo de Dios, la magnitud de la separación de lo que es propio y de lo que es auténtico. El hijo derrocha su herencia. Sólo quiere disfrutar. No desea someterse ya a ningún precepto, a ninguna autoridad: busca la libertad radical; quiere vivir sólo para sí mismo, sin ninguna exigencia. Disfruta de la vida; se siente totalmente autónomo.

La palabra griega usada en la parábola para designar la herencia derrochada significa en el lenguaje de los filósofos griegos "sustancia", naturaleza. El hijo perdido desperdicia su "naturaleza", se desperdicia a sí mismo. Al final ha gastado todo. El hombre que entiende la libertad como puro arbitrio vive en la mentira, pues por su propia naturaleza forma parte de una reciprocidad, su libertad es una libertad que debe compartir con los otros.

—Una falsa autonomía conduce a la esclavitud: el que era "totalmente" libre se convierte en un esclavo miserable.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

miércoles, 29 de octubre de 2014

Evangelio del Miércoles [29.10.2014]

Día litúrgico: Miércoles XXX del tiempo ordinario


Texto del Evangelio (Lc 13,22-30): En aquel tiempo, Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». El les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’. Y os responderá: ‘No sé de dónde sois’. Entonces empezaréis a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas’, y os volverá a decir: ‘No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!’. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos».

Comentario: Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés (Tarragona, España).

Luchad por entrar por la puerta estrecha