Virgen y Mártir.
Martirologio Romano: En Zaragoza, en la Hispania
Tarraconense, España, santa Engracia, virgen y mártir, que sufrió duros
suplicios, quedándole las llagas como testimonio de su martirio. († s. IV)
Etimológicamente: Engracia = Aquella que se
encuentra en estado de gracia, es de origen latino.
Habían proliferado los cristianos en el Imperio al amparo
de la menor presión de las leyes en tiempo de Galieno. Los había en el campo y
más en las ciudades, se les conoce en el foro, se les ve entre los esclavos, en
el ejército y en los mercados. Han contribuido otras causas a desparramar la fe
de Cristo entre las gentes: el aburrimiento del culto a los vanos dioses
paganos, el testimonio que dieron los mártires y que muchos vieron, la
transmisión boca a boca de los creyentes y el buen ejemplo.
Diocleciano ha conseguido la unidad territorial, política
y administrativa; quiere unificar también la religión y para ello debe hacer
sucumbir la religión de Cristo frente a la del Estado. Da cuatro edictos al
respecto y elige cuidadosamente a las personas que sean capaces de hacerlos
cumplir. Daciano será quien siembre el territorio de España, bajando desde el
noreste hasta el centro, con semillas de mártires cristianos.