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sábado, 11 de abril de 2015

Ateísmo (rechazo de la fe)

Hoy Jesucristo resucitado se aparece a mujeres y hombres que lo acompañaron en su vida. Hay diversas reacciones: algunos, de asombro; otros viven la experiencia con miedo, o con indiferencia o incredulidad; otros creen y gozan del encuentro con el Resucitado.

Fe es "conocer", un conocer confiando en la palabra de otra persona que me habla. Ante los misterios de Dios es razonable tener fe y, a la vez, la fe es razonable, porque tiene también sus razones. Creer en Dios no es un ciego salto al vacío: el católico, cuando entra en la iglesia, no se quita la cabeza, sino el sombrero. Lo anti-natural es no creer: hace falta más "fe" para ser ateo que para ser creyente.

—Jesús Resucitado, con mis padres y la Iglesia te he encontrado: quiero creer —conocerte— más y más. Ahora, en Pascua me das una nueva oportunidad para reafirmar mi fe en tu resurrección. Concédeme manifestar en mis actos la alegría de este "encuentro".

Comentario: Pbro. Gerardo GÓMEZ (Merlo, Buenos Aires, Argentina).

domingo, 29 de septiembre de 2013

Solidaridad: despertar al “corazón acostumbrado”


Hoy, hay algunos paisajes a los que nos terminamos acostumbrando de tanto verlos u oírlos. El gran riesgo del acostumbramiento es la indiferencia: ya nada nos causa asombro, ni nos estremece ni nos cuestiona... Algo así puede pasarnos con el triste paisaje que asoma cada vez con más fuerza en nuestras calles (gente de toda edad pidiendo o revolviendo la basura, durmiendo en las esquinas…) y en nuestro mundo (terrorismo, guerras…).

Con el acostumbramiento viene la indiferencia: no nos interesan sus vidas, sus historias, sus necesidades, ni su futuro. Sin embargo, es el paisaje que nos rodea y nosotros, queramos verlo o no, formamos parte de él.

—A este corazón acostumbrado viene a despertarlo y rescatarlo del mal de la indiferencia la invitación de la Iglesia al ayuno: un ayuno que debe partir del amor y llevarnos a un amor más grande. El ayuno que Dios quiere es “no dar la espalda al hermano”. ¡Ayunar desde la solidaridad! Hoy solo se puede ayunar trabajando para que otros no “ayunen”.

Fuente: master·evangeli.net