Mostrando entradas con la etiqueta Jesucristo misterio de redención. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Jesucristo misterio de redención. Mostrar todas las entradas

miércoles, 18 de febrero de 2015

Miércoles de Ceniza: comienzo de la Cuaresma


Hoy iniciamos la Cuaresma con los ritos simbólicos propios y exclusivos del Miércoles de Ceniza: 1. La procesión penitencial, que simboliza la peregrinación personal y comunitaria de conversión y renovación espiritual; 2. La imposición de la ceniza, que quiere significar la llamada a corresponder con sinceridad de alma, y la coherencia de obras. La Cuaresma es un tiempo de purificación —tal como lo manifiesta su color litúrgico— y toda ella está orientada al misterio de la Redención.

Como camino de auténtica conversión y de preparación espiritual más intensa para celebrar la Pascua, la liturgia nos vuelve a proponer tres prácticas penitenciales a las que la tradición bíblica cristiana confiere un gran valor: la oración, el ayuno y la limosna. En realidad, toda la vida cristiana es un combate sin pausa, en el que debemos usar esas tres "armas".

—Morir a sí mismo para vivir en Dios es el itinerario ascético que todos los discípulos de Jesús están llamados a recorrer con humildad y paciencia, con generosidad y perseverancia.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

lunes, 29 de diciembre de 2014

Jesucristo, "misterio de redención"

Hoy el Evangelio nos muestra a María en el acto de ofrecer incondicionalmente a su Hijo en el Templo. Allí comparece Simeón como portador de una antigua esperanza, y el Espíritu del Señor habla a su corazón. Por eso puede contemplar a Aquel a quien muchos profetas y reyes habían deseado ver: Cristo, luz que alumbra a las naciones.

Simeón reconoce en aquel Niño al Salvador, pero intuye —gracias al Espíritu— que en torno a Él girará el destino de la humanidad, y que deberá sufrir mucho a causa de los que lo rechazarán; proclama su identidad y misión como Mesías con las palabras que forman uno de los himnos de la Iglesia naciente: el "Nunc dimittis" ("Ahora, Señor, puedes despedir en paz a tu siervo"). Habiendo "tocado" la salvación, el entusiasmo es tan grande, que para Simeón vivir y morir son lo mismo.

—La primera persona que se asocia a Cristo en el camino de la fe probada y del dolor compartido es su madre, Santa María.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).