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jueves, 23 de abril de 2015

Juan 6: la Palabra se hace "pan", en primer lugar, mediante la Encarnación

Hoy, las palabras de Jesús revelan cómo podemos "alimentarnos" de Dios y vivir de Él: Dios se hace "pan" para nosotros, ante todo, en la encarnación del Logos (la Imagen de Dios, el Hijo de Dios). ¡La Palabra se ha hecho Carne! El Logos se hace uno de nosotros y entra así en nuestro ámbito, en aquello que nos resulta accesible.

Pero por encima de la encarnación de la Palabra, es necesario todavía un paso más, que Jesús menciona en las palabras finales de su sermón: su carne es vida "para" el mundo (cf. 6,51). Con esto se alude, más allá del acto de la encarnación, al objetivo interior y a su última realización: la entrega que Jesús hace de sí mismo hasta la muerte y el misterio de la Cruz.

—Jesús se hace hombre para entregarse y ocupar el lugar del sacrificio de los animales, que sólo podían ser el gesto de un anhelo, pero no una respuesta. En definitiva, el Pan contiene el misterio de la pasión.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).

miércoles, 18 de junio de 2014

El Hombre es imagen de Dios


Frente a los grandes peligros que acechan a la fe cristiana en la actualidad, nos preguntamos ¿cómo es que estas ideas han ganado un fuerte derecho de ciudadanía en el mundo? La negación de Dios se ha difundido ampliamente en las ideologías, en las concepciones y en los programas humanos. Todo parece indicar que es una lucha por destruir la visión judeo-cristiana de la sexualidad, del matrimonio y de la familia.

Ciertamente el inicio está muchos años atrás, cuando se van sembrando ideas que, socaban poco a poco valores fundamentales claros para toda la sociedad de ese momento pero olvidados, al dejarse de hablar de ellos, para los jóvenes de la nueva ciudad, la ciudad tecnológica de hoy. La "Escuela del Derecho natural" y el desarrollo del proceso de secularización llevaron al crecimiento de un pensamiento “laicista” que no se limita a negar la potestad de la Iglesia sobre el matrimonio y otros temas morales, sino que propone una nueva moral matrimonial, afirmando la existencia de un derecho natural que encontraría su fundamento en el hombre, y sacando a Dios de todo el contexto.