Frente a los grandes peligros que acechan a la fe
cristiana en la actualidad, nos preguntamos ¿cómo es que estas ideas han ganado un
fuerte derecho de ciudadanía en el mundo? La negación de Dios se ha difundido
ampliamente en las ideologías, en las concepciones y en los programas humanos.
Todo parece indicar que es una lucha por destruir la visión judeo-cristiana de
la sexualidad, del matrimonio y de la familia.
Ciertamente el inicio está muchos años atrás, cuando se van
sembrando ideas que, socaban poco a poco valores fundamentales claros para toda
la sociedad de ese momento pero olvidados, al dejarse de hablar de ellos, para
los jóvenes de la nueva ciudad, la ciudad tecnológica de hoy. La "Escuela
del Derecho natural" y el desarrollo del proceso de secularización
llevaron al crecimiento de un pensamiento “laicista” que no se limita a negar
la potestad de la Iglesia sobre el matrimonio y otros temas morales, sino que
propone una nueva moral matrimonial, afirmando la existencia de
un derecho natural que encontraría su fundamento en el hombre, y
sacando a Dios de todo el contexto.
Nos iluminará en esta oscuridad epocal, la visión bíblica
de la imagen de Dios que, tanto los
Padres de la Iglesia, la teología, y el Concilio Vaticano II han profundizado e
impulsado. Hay que superar la influencia de las antropologías dualistas que
colocan la imago Dei exclusivamente
en relación al aspecto espiritual de la naturaleza humana. La doctrina
cristiana de la creación excluye completamente un dualismo metafísico o
cósmico. Al hombre se le considera en su totalidad. Esta presupone claramente
la unidad del hombre y comprende cómo la corporeidad sea esencial a la identidad
personal. Jesús nos redime a través de cada acto cumplido por Él en su cuerpo. Su
cuerpo ofrecido por nosotros y su Sangre derramada por nosotros significan el
don de su Persona para nuestra salvación.
Podemos afirmar que: "En realidad solamente en el
misterio del Verbo encarnado halla verdadera luz el misterio del hombre. Cristo
revela plenamente el hombre al hombre y le da a conocer su altísima
vocación" (GS 22) y en Él, en Cristo el hombre ha sido hecho imago Dei.
P. Guillermo Inca Pereda OSJ
Secretario Adjunto del la CEP
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