08-06-2014
Francisco es un líder espiritual antes que político. Por eso, invitó al Vaticano a los presidentes de Israel y Palestina a un encuentro para rezar.
Llegaron por separado, y Francisco salió a la misma puerta a recibir a cada uno.
"Lo llamo Santidad, pero es un buen amigo desde hace tiempo”.
"Él tiene la culpa de esto”.
"Contra todas las normas...”.
También estaba allí el Patriarca ecuménico Bartolomé, principal líder de la Iglesia ortodoxa, muy numerosa en Tierra Santa.
Los cuatro juntos subieron en un microbús y atravesaron los jardines vaticanos hasta el lugar donde invocarían juntos la paz.
La música es capaz de decir lo que no se consigue expresar con palabras. Esta bellísima melodía marcó inmediatamente la solemnidad y la ambición del encuentro.
Durante más de una hora, las delegaciones rezaron por turnos, por orden cronológico. Primero los representantes judíos, luego cristianos, y al final musulmanes.
Con estas oraciones, primero daban las gracias a Dios por haber creado el mundo y la familia humana.
Después, pedían perdón por no haberse comportado como hermanos y hermanas, por los pecados contra Dios y contra el prójimo.
Al final, pedían la paz y que Dios les ayude a construirla. La música de las tres religiones, ayudaba a mantener el clima de intensa oración.
Al concluir las oraciones, Francisco dijo que hace falta más coraje para buscar la paz que para declarar la guerra. Les pidió que respeten los pactos, que eviten las provocaciones y apeló a las víctimas que ya ha costado la guerra.
Francisco
"Muchos, demasiados de estos hijos han caído víctimas inocentes de la guerra y de la violencia, plantas arrancadas en plena floración. Es deber nuestro lograr que su sacrificio no sea en vano. Que su memoria nos infunda el valor de la paz”.
Shimon Peres
Presidente de Israel
"Yo fui joven. Ahora soy anciano. Experimenté la guerra. Probé el sabor de la paz. Nunca olvidaré a las familias, padres e hijos que pagaron el precio de la guerra. En mi vida no dejaré de trabajar por la paz”.
Mahmoud Abbas
Presidente de Palestina
"Deseamos la paz para nosotros y para nuestros vecinos. Buscamos prosperidad y pensamientos de paz para nosotros y para los demás. Señor, responde a nuestras oraciones, concede el éxito a nuestras iniciativas porque Tú eres el más justo, el más misericordioso, Señor de los mundos”.
Rezaron juntos para pedir un milagro. Pero con este gesto de paz mostraron en público sus buenas intenciones. Luego, plantaron un olivo en los jardines, como recuerdo de la oración de esta jornada histórica.
El Papa les acompañó hasta la Casina Pio IV, un edifico dentro del Vaticano donde les dejó solos para que pudieran hablar con calma.
Para Francisco es el inicio de un camino que judíos, cristianos y musulmanes deben recorrer juntos. La meta es Jerusalén, una ciudad sagrada para las tres grandes religiones, que se convertiría en modelo de paz y convivencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario