En estos tiempos difíciles para el país y la región, el
Arzobispo de Huancayo, Monseñor Pedro Barreto Jimeno, SJ., hizo un llamado a
las autoridades y pobladores a la Unidad en la diversidad. En coincidencia con
los 442 años de la fundación de Huancayo, manifestó que esta ciudad, fundada
bajo la advocación de la Santísima Trinidad, tiene una larga historia signada
por la libertad y la justicia.
Señaló que Dios invitó a los fieles a vivir en unidad,
deponer cualquier aspecto, sea social, económico, religioso y étnico que nos
impida vivir en familia, como hermanos, hijos de un mismo Padre. Precisamente,
manifestó, Huancayo tiene como patrón a la Santísima Trinidad, Dios, Hijo y
Espíritu Santo, tres personas distintas unidas en una sola; una diversidad que
nos invita a la unidad en un solo objetivo: el bien común.
“Tenemos que buscar el bien común, trabajar por la
justicia, la paz, la unión y la concordia entre todos”, insistió.
Para este tiempo electoral que se avecina, dijo que la
política y los políticos deben tener en cuenta los principios y valores que
brotan del Evangelio, entre ellos la dignidad de la persona que es
irrenunciable, así como debe considerarse a la persona humana como un ser
social que no puede vivir sola. Enfatizó también que los políticos están
llamados a una corresponsabilidad en la gestión.
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