Un mar humano de fieles se volcó a las calles de San
Miguel de Piura para rendir testimonio de su fe y amor a Jesús Eucaristía
durante la Santa Misa y procesión en el día grande de Corpus Christi. Agitando
banderas blancas y amarillas (colores del Vaticano), arrojando perfumados
pétalos de flores y entonando himnos eucarísticos, los piuranos expresaron su
profunda fe y adoración a la presencia real de Cristo en la Hostia Santa.
Más de 50 alfombras de flores adornaron el recorrido
procesional así como diversos fuegos artificiales. A su paso en el coche
eucarístico, Jesús Eucaristía derramó su bendición sobre las familias, los
niños, los jóvenes, los ancianos y los enfermos. La procesión contó con la
presencia de la venerada imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, que llegó
desde Paita para acompañar esta muestra de devoción.
La Santa Misa y procesión estuvieron presididas por el
Nuncio Apostólico en el Perú, Monseñor James Patrick Green, quien fue invitado
para esta celebración. Concelebraron el Arzobispo de Piura, Monseñor José
Antonio Eguren Anselmi, y un gran número de sacerdotes de la Arquidiócesis.
En su homilía, Monseñor James Patrick reflexionó sobre la
importancia de la celebración del Año Jubilar Arquidiocesano: “Mientras
celebramos los 75 años de existencia de esta Arquidiócesis, la historia de la
Iglesia en Piura se remonta mucho más lejos aún. En esta Solemnidad del Corpus
Christi, damos las gracias a nuestro Señor Eucarístico por las innumerables
bendiciones que Dios ha derramado sobre el Perú a través de Piura. Agradecemos
el trabajo de tantos misioneros, hombres y mujeres, que con gran sacrificio
personal abandonaron sus hogares y países para llevar el Evangelio a estas
tierras. También agradecemos a nuestros padres, a nuestros abuelos, y a todos
aquellos que nos han precedido, trasmitiendo su fe católica a todos los
reunidos en esta plaza”, dijo.
Por su parte, Monseñor Eguren agradeció la presencia del
Señor Nuncio. También destacó que en el día del Corpus Christi se inicia con
ilusión la celebración del Año Jubilar Arquidiocesano, para celebrar el 2015
los 75 Años de la Iglesia que peregrina por Piura y Tumbes. “Hoy queremos
confesar que sin la Eucaristía no podemos anunciar la alegría del Evangelio.
Que sin Eucaristía no podemos aspirar a ser Iglesia, donde resplandezca, la
integridad de la fe, la santidad de las costumbres, la caridad fraterna y la
religión auténtica”, dijo.
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