07-06-2014
El prefecto de la Casa Pontificia es una de las personas más cercanas a Benedicto XVI y basta que salga del Vaticano para que lluevan preguntas sobre cómo está el Papa emérito.
Mons. Georg Gänswein
Prefecto de la Casa Pontificia
"Él está bien. Es un hombre de 87 años. La cabeza clara, cristalina. Las piernas un poco débiles, pero está muy bien”.
Sin embargo el arzobispo reflexionó sobre otros temas relacionados con el Papa emérito. Fue en una conferencia en Roma sobre la comunicación de los Papas en sus viajes en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.
Mons. Georg Gänswein
Prefecto de la Casa Pontificia
"Primero entraba en la cabeza pero después tocaba el corazón. Y quien lo conoce de cerca, lo entiende bien”.
Dijo que el mayor problema que al que se enfrentó Benedicto XVI fueron las interpretaciones erróneas provocadas por los prejuicios.
Mons. Georg Gänswein
Prefecto de la Casa Pontificia
"En Ratisbona, el 12 de septiembre de 2006. De ahí en adelante los prejuicios eran como los pretorianos, siempre presentes. Por desgracia. Siempre presentes”.
A pesar de ello Georg Gänswein destacó el coraje con el que el Papa emérito afrontó siempre estas situaciones.
Mons. Georg Gänswein
Prefecto de la Casa Pontificia
"Ha debido sufrir pero nunca ha atacado. Nunca ha atacado y siempre intentó responder de forma humilde, clara, auténtica. Nunca ha intentado ignorar los problemas reales”.
El prefecto de la Casa Pontificia es el encargado de coordinar las audiencias del Papa y preparar sus encuentros, por lo que habitualmente se le puede ver cerca de él.
Esto le convierte en una persona con uno de los empleos más curiosos del mundo. Además, Georg Gänswein es el primero que trabaja para dos Papas al mismo tiempo.
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