Texto del Evangelio (Mt 4,1-11): En aquel tiempo,
Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y
después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió
hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas
piedras se conviertan en panes». Mas Él respondió: «Está escrito: ‘No sólo de
pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’».
Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le
pone sobre el alero del Templo, y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo,
porque está escrito: ‘A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán,
para que no tropiece tu pie en piedra alguna’». Jesús le dijo: «También está
escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios’».
Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le
muestra todos los reinos del mundo y su gloria, y le dice: «Todo esto te daré
si postrándote me adoras». Dícele entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque
está escrito: ‘Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a Él darás culto’». Entonces
el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.
Comentario: Mn. Antoni BALLESTER i Díaz (Camarasa,
Lleida, España).
«Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser
tentado»