Texto
del Evangelio (Jn 10,11-18): En aquel tiempo, Jesús habló así: «Yo
soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado,
que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona
las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es
asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco
mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a
mi Padre y doy mi vida por las ovejas.
También
tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que
conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso
me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la
quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para
recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre».
Comentario: + Rev. D. Josep VALL i Mundó (Barcelona, España).
«Yo
soy el buen pastor»