Este
sábado 11 de febrero, la Iglesia celebra la «XXV Jornada Mundial del Enfermo»
con el tema: El asombro ante las obras que Dios realiza: «El Poderoso ha hecho
obras grandes por mí…». Es así, como la Arquidiócesis de Arequipa, se unirá a
esta celebración con una Santa Misa, que será presidida por Monseñor Javier del
Río Alba, Arzobispo de Arequipa, en las instalaciones del Hospital III Honorio Delgado Espinoza, de la Ciudad Blanca, a las 10:00 a.m.
El
Arzobispo de Arequipa también visitará las instalaciones de este nosocomio,
para dialogar y compartir gratos momentos junto a los internos de los
diferentes pabellones, así como mostrar su cercanía y agradecimiento al
personal médico, enfermeras, voluntarios y a todos los consagrados y
consagradas que se dedican a servir a nuestros hermanos enfermos y necesitados,
así como a sus familiares quienes con gran dedicación cuidan con amor a sus
parientes.
En
su mensaje para esta 25ª Jornada el Papa Francisco nos llama a prestar especial
atención a la situación de los enfermos y de todos los que sufren en general,
así como a los que se entregan en su favor, comenzando por sus familiares y el
personal médico que los ayuda, dando gracias por la vocación que el Señor les
ha dado de acompañar a nuestros hermanos: «Me gustaría animar a todos los
enfermos, a las personas que sufren, a los médicos, enfermeras, familiares y a
los voluntarios a que vean en María, Salud de los enfermos, a aquella que es
para todos los seres humanos garante de la ternura del amor de Dios y modelo de
abandono a su voluntad; y a que siempre encuentren en la fe, alimentada por la
Palabra y los Sacramentos, la fuerza para amar a Dios y a los hermanos en la
experiencia también de la enfermedad».
Esta
jornada se instituyó por iniciativa del Papa San Juan Pablo II en el año 1992 y
se celebró por primera vez en Lourdes (Francia) el 11 de febrero del año
siguiente. Este año, debido a sus bodas de plata y por voluntad del Papa Francisco, se celebrará de forma extraordinaria con la Santa Misa presidida por
el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin.
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