Hoy, Jairo confía en Jesús más allá de lo que humanamente
podía esperar. En él contemplamos el itinerario del acto de fe. Primero, comienza
como don de Dios y acción de la gracia que transforma a la persona. El
conocimiento de los misterios que se han de creer no es suficiente si después
el corazón —auténtico sagrario de la persona— no está abierto por la gracia.
Segundo, la fe implica una tarea y un compromiso público
(no es algo simplemente privado). La fe es decidirse a estar con el Señor para
vivir con Él, y, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también
la responsabilidad social de lo que se cree.
—El conocimiento de la fe introduce en la totalidad del
misterio salvífico revelado por Dios. No hay una "fe a la carta"
(acepto sólo lo que me gusta); el asentimiento que se presta implica aceptar
libremente todo el misterio de la fe. Si verdaderamente confío en Dios, entonces
acepto todo lo que me viene de Él.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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