Hoy, Jesús nos conforta ante las preocupaciones de la vida
que, a menudo, nos agobian y nos hacen perder la paz. Lo hace mostrándonos que
Dios tiene cuidado de nosotros, que nada nos faltará, y que por eso lo
importante es trabajar por el Reino de Dios y su justicia.
Hemos sido creados por Dios y Él nos ha asegurado que
nunca nos abandonará. Podemos estar seguros, entonces, de que nuestra vida está
en buenas manos. Si el Señor tiene previsión y cuidado del mundo y de sus
criaturas, ¡cuánto más los tendrá de sus hijos! En la vida debemos preocuparnos
—pero no angustiarnos— por los problemas, porque sabemos que Dios está con
nosotros, nos lleva con Él y nos acompaña.
—Señor, Dios de bondad, danos tu amor y las cosas que
necesitamos para vivir dignamente; que, confiando en tu providencia, sepamos
compartir con los demás los bienes que generosamente nos otorgas.
Comentario: Rev. D. Joaquim MESEGUER García
(Sant Quirze del Vallès, Barcelona, España).
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