10-11-2013 Radio Vaticana
(RV).- (Escuchar audio) El Papa Francisco expresó su
profundo dolor por la enorme catástrofe en las Filipinas tras el paso del tifón
Haiyan-Yolanda, uno de los más grandes y violentos de la historia con una
fuerza máxima de 5 puntos. Se estima que las víctimas causadas puedan ser más
de 10 mil.
A través de su secretario de Estado, Mons. Pietro Parolin,
el Papa ha enviado un mensaje al presidente de Filipinas, Benigno Aquino III,
en el que se muestra “profundamente entristecido por la destrucción y la
pérdida de las vidas causadas por este súper tifón. Su Santidad expresa su más
profunda solidaridad por todos los afectados por la tormenta y sus secuelas. El
Papa “es especialmente consciente de los que lloran la pérdida de sus seres
queridos y de los que han perdido sus hogares. "Al orar por todo el pueblo
de las Filipinas, el Santo Padre ofrece su propio estímulo y coraje a las
autoridades civiles y al personal de emergencia, para que se ayude a las
víctimas de esta tormenta. El Papa invoca las bendiciones divinas de fortaleza
y consuelo para la Nación Filipina".
Francisco, que fue informado puntualmente de la trágica
situación que está sufriendo el archipiélago del sudeste asiático, en un tweet
en inglés también comunicó su cercanía al pueblo filipino:
"Les pido a todos que se unan a mí en la oración por
las víctimas del tifón Haiyan-Yolanda, especialmente los de las queridas islas
de Filipinas".
La mayoría de las víctimas se encuentran en la ciudad
costera de Tacloban, en la isla de Leyte, en el centro del archipiélago
filipino. Aquí se produjeron los daños mayores, pocos edificios han quedado en
pie. El aeropuerto ha quedado destruido.
Con vientos de hasta 320 kilómetros por hora, lluvias
torrenciales y olas altas, incluso de 6 metros, Haiyan Yolanda es considerado
un súper tifón, el más violento que jamás haya golpeado el país.
Ochocientas mil personas han sido evacuadas. El ejército
filipino está empleando más de 15 mil soldados para las operaciones de rescate,
pero la necesidad de utilizar helicópteros para moverse, hace que las ayudas
sean más lentas.
La UNICEF ha expresado su preocupación porque entre los
más de 4 millones de personas afectadas, el 40% son niños. El Programa Mundial
de Alimentos de las Naciones Unidas, PAM, está dispuesto a prestar toda la
asistencia posible al gobierno de Filipinas, así como la Unión Europea.
Aunque ahora el nivel potencial del tifón se ha reducido a
fuerza 4, podría recuperarse a través del Mar del Sur de China y golpear en las
próximas horas las costas de Vietnam, donde las autoridades han evacuado a unas
600 mil personas.
Radio Vaticano se ha puesto en contacto telefónico con el
padre Sebastiano D'Ambra, misionero del PIME en Zamboanga:
“La situación es muy grave. Se dice que millones de
personas, de alguna manera, quedarán afectadas por este evento: miles y miles
de personas buscan refugio. Hay muchos muertos y desaparecidos y se espera que
sean muchos, muchos más, a medida que se conozcan los hechos.
Existe un plan de emergencia puesto en marcha por el
gobierno y se está coordinando la situación, pero en algunas zonas no se puede
ir. Todo ha sido destruido! Es realmente una situación muy alarmante. ¡Realmente
esperamos que las organizaciones internacionales y locales sean capaces de
hacer todo lo posible, porque hay necesidad de todo! Las Filipinas están
pasando por un período de gran tribulación”.
(ER- RV)
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