Queridos Hermanos de nuestra Prelatura de Caravelí:
Después de un largo recorrido por nuestro territorio
eclesiástico, con motivo de las visitas pastorales y el compartir con todos ustedes
el don de nuestra vocación en la administración de los sacramentos, les expreso
con gozo y alegría mi cercanía, gratitud y de modo especial a todas las
familias damnificadas en el último terremoto en la zona de Acarí que necesitan
de nuestra solidaridad y apoyo, en la reconstrucción de sus pueblos, a ellos
nuestra oración y bendición.
En este Año de la Fe, hemos podido encontrarnos y celebrar
nuestra amistad, vocación y respeto entre nosotros. Agradezco de todo corazón,
la confianza que nos identifica en nuestro ser y hacer; seres humanos y
personas de fe con esperanza de dar testimonio de nuestra vocación al servicio
de los más necesitados.
Gracias por ser presbíteros, consagrados en la vida
religiosa, seminaristas, agentes pastorales y colaboradores en nuestra Prelatura de Caravelí, que es a su vez, un campo rico de misiones, lugar en la que
experimentamos como nuestra vocación se nutre y fortalece al acercarnos a la
gente sencilla y profundamente religiosa.
Estamos celebrando hoy un aniversario más –son ya 56- desde la creación de nuestra querida Prelatura de Caravelí y lo único decir en esta
ocasión: “Gracias a Dios, por ser un misionero, y poder compartir nuestra
vocación al servicio de los más necesitados de la presencia del Señor Jesús en
sus vidas y poder ser una fuente de fe, esperanza y caridad para cada uno de
nosotros”.
Que renovemos nuestra fe, confianza en el Señor y en el de
su querida Madre la Virgen María y compartamos nuestra oración y bendición de
Dios.
“Mitis Et
Humilis Corde”
Obispo
Prelado de Caravelí
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