14 noviembre, 2013 (romereports.com) El Papa Francisco centró su homilía en Casa Santa Marta en la sabiduría. En concreto, Francisco advirtió de su defecto opuesto, la curiosidad malsana. Por ejemplo, la de aquellos que dicen: “Yo conozco un vidente que recibe cartas y mensajes de la Virgen”. A lo que Francisco responde que la Virgen María es Madre de todos y no un “jefe de Correos, que envía mensajes todos los días”.
Francisco
“El espíritu de la curiosidad nos aleja del espíritu de la sabiduría, porque sólo le interesan los detalles, las noticias, las pequeñas noticias de cada día. O, ¿cómo se hará esto? Es el cómo: es el espíritu del cómo. Y el espíritu de la curiosidad no es un buen espíritu: es el espíritu de la dispersión, del alejarse de Dios, el espíritu del hablar demasiado”.
Francisco concluyó que los santos son sabios porque siempre caminan bajo la presencia de Dios.
Extracto de la Homilía del Papa
(Fuente: Radio Vaticana)
"Esto es caminar en la vida con este Espíritu: el Espíritu de Dios, que nos ayuda a juzgar, a tomar decisiones según el corazón de Dios. Y este Espíritu nos da paz. ¡Siempre! Es el Espíritu de paz, el Espíritu de amor, el Espíritu de fraternidad. Y la santidad es precisamente esto. Lo que Dios pide a Abraham -“Camina en mi presencia y sé irreprensible”– es esto: esta paz. Ir bajo la moción del Espíritu de Dios y de esta sabiduría. Y aquel hombre y aquella mujer que caminan así, se puede decir que son un hombre y una mujer sabios. Un hombre sabio y una mujer sabia, porque se mueven bajo la moción de la paciencia de Dios".
"Y cuando nosotros queremos adueñarnos de los proyectos de Dios, del futuro, de las cosas, conocer todo, tomar todo en nuestra mano… Los fariseos preguntaron a Jesús: “¿Cuándo vendrá el Reino de Dios?”. ¡Curiosos! Querían conocer la fecha, el día… El espíritu de la curiosidad nos aleja del Espíritu de la sabiduría, porque sólo interesan los detalles, las noticias, las pequeñas noticias de cada día. ¿O cómo se hará esto? ¡Es el cómo: es el espíritu del cómo! Y el espíritu de la curiosidad no es un buen espíritu: es el espíritu de la dispersión, del alejarse de Dios, el espíritu de hablar demasiado. Y Jesús también viene a decirnos una cosa interesante: este espíritu de curiosidad, que es mundano, nos lleva a la confusión".
"Así Santa Teresina -Santa Teresa del Niño Jesús- decía que ella debía detenerse siempre ante el espíritu de la curiosidad. Cuando hablaba con otra hermana y esta religiosa relataba una historia, algo de la familia, de la gente, algunas veces pasaba a otro argumento y ella tenía ganas de conocer el final de esta historia. Pero sentía que aquello no era el espíritu de Dios, porque era un espíritu de dispersión, de curiosidad. El Reino de Dios está en medio de nosotros: no buscar cosas extrañas, no buscar novedades con esta curiosidad mundana. Dejemos que el Espíritu nos lleve adelante, con esa sabiduría que es una brisa suave. Éste es el Espíritu del Reino de Dios, del que habla Jesús. Así sea".
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