Hoy introducimos el gran "Discurso Escatológico", con los temas centrales de la destrucción de Jerusalén y de
su Templo, del Juicio final y del fin del mundo. Este discurso —transmitido por
los tres Evangelios Sinópticos con distintas variantes— ha de considerarse,
quizá, como el texto más difícil de los Evangelios.
Ello se debe a la complejidad del contenido. En parte,
refiere acontecimientos históricos que ya han sucedido, pero en gran parte mira
también hacia un futuro que va más allá de las realidades temporales. Jesús,
que habla siempre en continuidad con la Ley y los Profetas, explica el conjunto
con una trama de palabras de la Escritura, en la cual inserta la novedad de su
misión: el Hijo del hombre trae la justicia de Dios, antes que nada, dando su
vida por nosotros.
—No se trata de la descripción del porvenir (como sería de
esperar de los adivinos), sino de insertar lo esencial del futuro en la Palabra
de Dios, mostrándonos el camino recto para ahora y para el mañana.
Fuente: master·evangeli.net
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