8 de noviembre, 2013 (romereports.com) En África la vida se reinventa a cada paso. Así sucede en Malawi y así nos lo cuenta la película M'Zhoteka. Este sacerdote italiano, Federico Tartaglia, pasó 9 años como misionero en este país azotado por el SIDA y la malaria. Desde que está en Italia sólo habla de la otra cara de la moneda: el deseo de salir adelante. Por eso M'Zhoteka significa "Se puede hacer". Es un canto a la esperanza, a la voluntad y a la superación.
P. Federico Tartaglia
Guionista M'Zhoteka
“Todas las personas que vienen a África tienen esta imagen en la mente: el dolor de los niños. Pero después vuelven descolocados porque han encontrado niños sin zapatos y sin camiseta pero que sonríen, te estrechan la mano, son personas que quieren salir adelante”.
Federico contó con la ayuda del director Roberto Palmerini para realizar esta película con un presupuesto más que ajustado. Los protagonistas no son actores. En realidad, son los habitantes de la misión de Santa Magdalena de Canossa, en Mangochi, donde trabajó Federico.
La cinta cuenta la vida de Mike que perdió a sus padres por la malaria y se propone ser médico para que a ningún otro niño le suceda lo mismo. Los beneficios que se obtengan con M'Zhoteka se invertirán en los estudios de los niños de Malawi.
P. Federico Tartaglia
Guionista M'Zhoteka
“A través de esta película estamos intentando buscar fondos que permitan a nuestros niños llegar a la universidad. Dos ya están allí”.
En Malawi hay un médico por cada 64.000 habitantes mientras que en países como Estados Unidos hay uno por cada 300. La situación sanitaria es dramática y la mayoría de la población debe caminar kilómetros para poder recibir atención médica. La historia de Mike quiere servir de inspiración para producir un cambio.
P. Federico Tartaglia
Guionista M'Zhoteka
“En mi opinión es necesario, tras ver esta película, que cada niño africano tenga la determinación y la voluntad que contamos, aunque de un modo un poco idealizado. Mike quiere, puede equivocarse, y puede encontrarse con obstáculos pero está decidido. Lo cierto es que esto funciona en cada uno de nosotros y, especialmente, en África”.
Por eso, a pesar de todas estas dificultades, M'Zhoteka muestra que es posible conseguir un sueño. El de Mike era ser médico y lo logró. El del padre Tartaglia, contar esta historia y aportar su granito de arena para cambiar el mundo.
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