Laica
Martirologio Romano: En Baependi, Minas Gerais,
Brasil, Beata Francisca de Paula de Jesús, conocida popularmente como Nhá Chica, laica que dedicó su vida al
servicio de los necesitados († 1895)
Fecha de
beatificación: 4
de mayo de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.
Francisca de Paula de Jesús nació en 1808 en la aldea de
São João del Rei, un municipio del estado brasileño de Minas Gerais. Hija y
nieta de esclavos, Francisca Paula de Jesús, negra, quedó huérfana a los diez
años y dedicó toda su humilde vida a la caridad.
A pesar de que nunca perteneció a una organización
religiosa era considerada "la madre de los pobres", era respetada por
todos los que la conocieron, desde las personas más humildes hasta los hombres
más poderosos de su tiempo.
Nunca se casó pues decidió dedicarse por completo al
Señor. Siendo analfabeta, gozaba cuando alguien le leía las Sagradas
Escrituras.
Una de las cosas que se destaca en vida es la novena que
compuso a Nuestra Señora de la Concepción, de quien era devota. Asimismo, en honor a ella, construyó al
lado de su casa una pequeña iglesia donde veneraba una imagen de esta
advocación mariana y ante la cual oraba piadosamente por todas las personas que
se le encomendaban.
En 1954 esta iglesia fue confiada a la Congregación de las
Hermanas Franciscanas del Señor. Actualmente al lado del templo se lleva a cabo
una obra de asistencia para los niños necesitados que es mantenida por los
devotos de Nhá Chica.
Finalmente, luego de una vida dedicada a la oración y al
servicio a los más necesitados, Nhá Chica falleció el 14 de junio de 1895.
S.S. Benedicto XVI firmó el 28 de junio de 2012 el decreto
con el cual se reconoce un milagro gracias a la intercesión de la Venerable
Francisca de Paula de Jesús lo cual permitirá su próxima beatificación.
El milagro hace referencia a la curación inexplicable de
la profesora jubilada Ana Lucía Meirelles, quien sufría de hipertensión
pulmonar causada por un defecto congénito del corazón, se le recomendó una
cirugía. Tres días antes de la cirugía, Ana Lucía tuvo problemas y la operación
tuvo que ser pospuesta. Pasaron siete días y se notó en la paciente una
considerable mejora en su salud, que se atribuye a la protección de Nhá Chica.
Seis meses más tarde, bajo pedido de los médicos, Ana
Lucía volvió a hacerse los exámenes preoperatorios y ellos revelaron que todo
se había resuelto sin necesidad de cirugía. Esto ocurrió en 1995 y desde
entonces Ana Lucía ha sido sometida a exámenes regulares que demuestran que la
curación ha sido definitiva y que el problema nunca regresó.
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