23 de mayo, 2013 (romereports.com) Durante la Misa en la Casa Santa Marta el Papa explicó que los cristianos deben ser sal, llevar el sabor del Evangelio a todos los rincones del mundo. Dijo que cuando los cristianos no trasmiten la fe que han aprendido se convierten en “cristianos de museo”.
Papa Francisco
“¡La originalidad cristiana no es la uniformidad! Toma a cada uno como es, con su personalidad, con sus características, con su cultura y eso lo conserva, porque es una riqueza. Pero le da algo más: ¡Le da el sabor! Esta originalidad cristiana es muy bella, porque cuando queremos aplicar la uniformidad -que todos reciban la sal del mismo modo- la cosa sería como cuando la mujer echa demasiada sal y solo se percibe el sabor de la sal, y no el gusto de ese plato sabroso con la sal. La originalidad cristiana es precisamente esto: cada uno es como es, con los dones que el Señor le ha dado”.
El Papa Francisco, refiriéndose a la fe de los cristianos, recordó que esa sal, “no es para conservarla” sino para darla a los demás, porque si no pierde su sabor.
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