Lectura
del santo evangelio según san Lucas 12,54-59
En aquel
tiempo, decía Jesús a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente,
decís en seguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el
sur, decís: "Va a hacer bochorno", y lo hace. Hipócritas: si sabéis
interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el
tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?
Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por
llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre
ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo.»
Reflexión
del Evangelio de hoy
Caminad
según la vocación a la que se os ha convocado
La unidad
de la comunidad cristiana es una realidad tan necesaria como deseada. Pero la
unidad no siempre es fácil, amén de que suele conlleva exigencias sobre las que
no debemos frivolizar. La comunidad necesita transitar por el camino de la
humildad, no siempre fácil, para que en ella nunca tengan cabida ni el egoísmo
ni la soberbia que inutilizan la cercanía y el amor. Asimismo, la comunidad
precisa tener siempre en su mesa abierta la guarnición de la paciencia y la
cordialidad, que nos ayudarán con eficacia a la vivencia de la caridad. La
unidad la tenemos que ver no tanto como logro propio por nuestro afán, sino
como regalo de Dios que acompaña a los suyos en todo momento. Por eso la vida
de la comunidad cristiana tiene esa admirable dimensión teológica, trinitaria,
en la que vivimos un mismo bautismo, una misma fe, un solo Señor y una misma esperanza.
De esta forma se expresa nuestra vocación y respecto a la cual el texto nos
recomienda fidelidad máxima. La unidad en la fe y en el amor no es sólo una
exigencia ética y pastoral, sino el reflejo de la misma unidad de Dios. El
empeño comunitario es difícil, pero bien que vale la pena para vivir el
misterio amoroso de Dios con nuestros hermanos.
Si sabéis
leer lo del cielo y la tierra ¿cómo no sabéis leer nuestro tiempo?
Archiconocida
es la distinción entre el tiempo cronológico, el del reloj; y el kairós
o tiempo oportuno, el momento presente que nos invita a tomar decisiones en el
nombre de nuestra fe. El Maestro nos invita a identificar los signos de nuestra
historia porque por ellos discurren las marcas de luz que los cristianos
debemos identificar. Que Dios no se ha olvidado de nuestro mundo ni de nuestra
historia, aunque ésta no sea nada edificante; Dios interviene en nuestro
devenir y, con nosotros, tiene el honor protagónico de esta nuestra prodigiosa
aventura, porque Él prolonga en nuestras pequeñas manos sus manos poderosas,
y estamos de cuerpo entero los dos así creando, los dos así velando por las
cosas. Por compleja que sea nuestra historia presente, en ella se dan
signos de salvación que es necesario los identifiquemos; ¿para qué? Para que
Dios Padre entre en nuestra vida, para convertirnos, para percibir la Palabra
de Jesucristo, para caer en la cuenta que nuestro modo de ver el mundo y
relacionarnos con él y con los iguales es nuestra predicación, nuestra forma de
anunciar aquí y ahora, la vida salvada que nos anuncia Jesús de Nazaret. Es, de
verdad, nuestro kairós, nuestro mejor momento, y bueno sería no frivolizar ni
despreciar este tiempo de salvación en el que tantos iguales nuestros buscan
luz, acogida y escucha.
Para
entender los signos de los tiempos de hoy, el Papa Francisco nos dice que
precisamos: hacer silencio y observar, reflexionar y orar ¿la comunidad acepta
este amable envite?
Fr. Jesús Duque O.P.
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/26-10-2018/
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