Lectura
del santo evangelio según san Lucas 10,17,24
En aquel
tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús: «Señor,
hasta los demonios se nos someten en tu nombre.»
Él les contestó: «Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.»
Él les contestó: «Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.»
Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.»
Reflexión
del Evangelio de hoy
Reconozco
que lo puedes todo y ningún plan es irrealizable para ti
Como
sabemos Job, tuvo una vida algo traumática, pero a la misma vez como podemos
comprobar en la lectura que se nos regala en la liturgia hoy, fue bendecido por
el Señor al final de su vida más aún que al principio.
Es mucho
lo que podemos aprender de este personaje bíblico, pero me gustaría centrarme
en cómo la experiencia de Dios, cómo la confianza y la fe en Él va creciendo
poco a poco, a pesar de todos las desgracias que le vinieron encima. Es más
importante vivir agarrado a aquello que no pasa, a Aquel que como el propio Job
nos dice al comienzo del texto “todo lo puede“. Dios a todo le da una luz
nueva, hace grandes bienes de grandes males y no se dedica a ponernos
zancadillas para luego salvarnos, sino que por el contrario, la gloria de Dios
es que el hombre viva y viva en plenitud. Esa plenitud que recibimos de Dios en
la medida de que él sea el motor, el centro de toda nuestra existencia.
Los
cristianos corremos el peligro de ser solo creyentes de boquilla y cuando las
dificultades o el yugo de la enfermedad nos sobrevine, caemos en un agujero
oscuro y solitario. Job nos viene a enseñar como la salvación, la bendición, la
fuerza de Dios recae sobre nosotros o mejor dicho vive en nosotros, somos tan
solo nosotros los que debemos poner todo en sus manos y el milagro de una vida
nueva se hará posible en nosotros. Dios no es una utopía sin más, Dios está
vivo y presente en cada hombre que confía con fe plena en el amor que nos tiene
a cada uno de los seres humanos por los que Cristo, nuestro Señor dio la vida
en muerte de Cruz
Dichosos…
En este
texto podemos diferenciar la alegría de los discípulos por el sometimiento de
los demonios, la enseñanza de Jesús a ellos “estad alegres porque vuestros nombres
están inscritos en el cielo” y la oración de alabanza del mismo Cristo.
Y es que
la oración de acción de gracias y de alabanza a Dios Padre, es vital en la vida
de todo creyente. No solo nos hace agradecidos para con Dios, sino que a la vez
nos hace ser agradecidos y generosos para con los hermanos.
Debemos
de sentirnos de sentir la dicha, la alegría profunda que da el servicio a los
hermanos y el seguimiento de Cristo. Muchas pueden ser las dificultades que
tanto una cosa como la otra, atraigan a nuestra vida e incluso a nuestro
quehacer diario, como por ejemplo rechazo por parte de la sociedad, de nuestra
familia y amigos; pero gozamos con la promesa cumplida de Jesús. Todo me lo ha
entregado mi Padre y nadie conoce quien es el Hijo, sino el Padre; ni quien es
el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
El mismo
Dios en la persona de su Hijo camina junto a nosotros, conoce nuestras
dificultades y nuestras alegrías y por ellas y junto a nosotros ora cada día a
Dios Padre. Sí, hermanos, muchos quisieran gozar del regalo de la fe, pero las
circunstancias o la propia cerrazón del hombre se lo impiden, por eso gocemos
de los tesoros de la fe, seamos hombres y mujeres de oración agradecida y
que nuestro compromiso verdadero lleve a muchos de los alejados de Dios a
conocerlo algún día y amarlo para, como nosotros, sentir en lo profundo de su
corazón las palabras que Jesucristo dice hoy en el Evangelio “dichosos
vosotros”, felices porque con Dios nada nos falta, nada nos turbe, nada nos
espanta, solo Dios nos basta.
Monasterio Sta. María la Real -
MM. Dominicas
Bormujos (Sevilla)
Bormujos (Sevilla)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/6-10-2018/
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