Lectura
del santo evangelio según san Lucas 12,49-53
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y
ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia
hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino
división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y
dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el
padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la
nuera y la nuera contra la suegra.»
Reflexión
del Evangelio de hoy
Cristo
habite por la fe en vuestros corazones
San
Pablo, conocedor íntimo de lo que Dios ha hecho con nosotros, vive en un
intenso y continuo agradecimiento que hoy expresa “doblando las rodillas ante
el Padre”. Este agradecimiento se extiende en peticiones para que podamos
seguir saboreando y disfrutando de las maravillas que el Señor ha hecho con
nosotros y así nuestra persona, nuestro ser queden robustecidos. Empieza
pidiendo para los cristianos de Éfeso y para todos los cristianos de cualquier
tiempo que “Cristo habite por la fe en vuestros corazones”. De esta manera, los
cristianos no padeceremos nunca esa enfermedad tan dramática que es la soledad
afectiva. Cristo habita en nuestros corazones, nunca nos deja solos, nos
acompaña siempre en los buenos días y en los otros y nos da fuerzas para
seguirle en todas las circunstancias de nuestra vida. En la misma línea, san
Pablo realiza una nueva petición. Viviendo el amor como “nuestra raíz y nuestro
cimiento”, profundicemos constantemente en él y seamos capaces de “abarcar lo
ancho, lo largo, lo alto y lo profundo” del amor cristiano. Caigamos también
nosotros de rodillas ante nuestro Dios y vivamos agradecidos y emocionados con
todo lo que nos ha regalado.
¿Pensáis
que he venido a traer al mundo paz? No, sino división
El
secreto para entender las a primera vista sorprendentes palabras de Jesús en el
evangelio de hoy está en que Él no es neutral, no le da lo mismo una cosa que
otra. Nos pide que le sigamos y para ello que vivamos a Dios como nuestro
Padre, que tengamos a todo ser humano como nuestro hermano, que vivamos nuestra
vida como una historia que no termina en el fracaso sino en la resurrección a
la plenitud de la felicidad, que vivamos unos valores como el amor, la
sencillez, la misericordia, la veracidad… y que rechacemos otros como el
orgullo, la mentira, el odio, la soberbia, el amor al dinero… Evidentemente
Jesús causa división. Unos hombres le aceptarán y otros le rechazarán. Pero a
los que le acojamos nos seguirá diciendo “mi paz os dejo, mi paz os doy”.
Fray Manuel Santos Sánchez
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/25-10-2018/
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