Lectura
del santo evangelio según san Mateo 25,14-30
En aquel
tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre que se iba al
extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le
dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su
capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a
negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó
otros dos. En cambio, el que recibió uno, hizo un hoyo en la tierra y escondió
el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo
Reflexión
del Evangelio de hoy
Estamos
en Cristo Jesús
Pablo se
dirige a los corintios afirmando que están en Cristo: es una fórmula que repite
un centenar de veces. En la asamblea no hay muchos sabios, ni poderosos, desde
el punto de vista puramente humano, pues la comunidad de Corinto estaba
compuesta de gente sencilla. ¡Y Pablo lo sabe!
Dios ama
a los que el mundo desprecia, ha escogido lo necio, lo débil, lo modesto, lo
despreciable, lo que no existe. Los humildes son por naturaleza, más abiertos a
Dios que los demás y, el orgulloso corre el riesgo de encerrarse en sí mismo.
El hombre es grande cuando es reflejo de Dios y, cuando aceptamos recibirlo
todo de Él, “somos de Cristo”. ¡Pablo lo sabe! y lo predica, lo da a conocer y
estimula al pueblo a la dicha de pertenecer al Señor.
El
salmista proclama dichoso al pueblo que el Señor se ha escogido como heredad,
sin hacer distinciones porque Dios “se fija en todos los hombres”. Llamados a
ser de Cristo, a ser su heredad, a ser dichosos. Entonces, cuando somos de
Cristo, la sabiduría de Jesús pasa a ser nuestra sabiduría; la justicia del
Señor pasa a ser nuestra justicia; la pureza de Dios viene a nosotros para que
seamos puros, para que seamos capaces de amar con inmenso amor.
Administración
y responsabilidad
Nos
encontramos con un texto escatológico que nos invita a velar, a esperar al
Señor. Dios viene, Dios sorprende, Dios pide cuentas, Dios ha confiado en
nosotros al darnos “sus bienes”, a Dios le pertenecen todos los dones, los
valores y las riquezas que “administramos”, a Dios le agrada la gente activa,
con inventiva, creadora, que toma iniciativas, que negocia, que promueve, que
crece. Los cristianos somos los siervos a quienes Jesús, Nuestro Señor, nos
encarga hacer fructificar sus dones para el desarrollo del Reino y hemos de
rendir cuentas de la gestión. La parábola de los talentos nos enseña a no
cerrarnos en nosotros mismos, enterrando los propios talentos, las propias
riquezas espirituales, intelectuales, materiales, todo lo que el Señor nos ha dado,
sino a abrirnos, a ser solidarios, a estar atentos al otro. Todo lo bueno que
tenemos, en la vida, en la familia, en el trabajo, en la amistad, nos lo ha
prestado Dios para que lo administremos en favor de los demás y para mejorar
las estructuras sociales.
El Papa
Francisco ha pedido que el día 1 de septiembre de cada año se celebre una
Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación. Jesús quiere que cada
uno de nosotros tome la responsabilidad de la propia vida y la creación que nos
rodea.
Monjas Dominicas Contemplativas
Monasterio Stma. Trinidad y Sta. Lucía (Orihuela)
Monasterio Stma. Trinidad y Sta. Lucía (Orihuela)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/1-9-2018/
No hay comentarios:
Publicar un comentario