lunes, 1 de septiembre de 2014

Vuelve la Misa del Papa con peregrinos en Casa Santa Marta



01-09-2014

Después del parón de dos meses, se reanudó la Misa en Casa Santa Marta en compañía de peregrinos. Francisco en su homilía destacó que el Evangelio no se lee para aprender sino para encontrar a Jesús en él.

Francisco
"Nos hará bien preguntarnos durante el día: "¿Cómo recibo la Palabra de Dios?, ¿como una cosa interesante? ¡Ah, el sacerdote hoy ha predicado esto... qué interesante!, ¡qué sabio este sacerdote!”. ¿O la recibo así, simplemente porque es Jesús vivo, porque es Su palabra?”

El Papa dijo que el Evangelio no se anuncia para convencer con palabras sabias sino con humildad. Recordó de nuevo a los cristianos que es muy útil llevar un Evangelio de bolsillo para leer cada día un pasaje.

Extracto de la Homilía del Papa
Fuente: Radio Vaticana


"¿Para qué? ¿Para aprender? ¡No! Para encontrar a Jesús, porque Jesús está precisamente en Su Palabra, en su Evangelio. Cada vez que yo leo el Evangelio, encuentro a Jesús. ¿Pero cómo recibo esta Palabra? Eh, se la debe recibir como se recibe a Jesús, es decir, con el corazón abierto, con el corazón humilde, con el espíritu de las Bienaventuranzas. Porque Jesús ha venido así, en la humildad. Ha venido en la pobreza. Ha venido con la unción del Espíritu Santo”.

"Él es la fuerza –prosiguió explicando Francisco– es Palabra de Dios porque está ungido por el Espíritu Santo. También nosotros, si queremos escuchar y recibir la Palabra de Dios, debemos rezar al Espíritu Santo y pedir esta unción del corazón, que es la unción de las Bienaventuranzas. Un corazón como es el corazón de las Bienaventuranzas”:

"Nos hará bien hoy, durante la jornada, preguntarnos: ‘Pero, ¿cómo recibo, yo, la Palabra de Dios? ¿Cómo una cosa interesante? Ah, el sacerdote hoy ha predicado esto… ¡pero qué interesante! ¡Qué sabio este padre!’, o la recibo así, sencillamente ¿porque Su Palabra es Jesús vivo? Y soy capaz –¡atentos a la pregunta!– ¿soy capaz de comprar un Evangelio pequeño? –¡cuesta poco, eh!– ¿comprar un Evangelio pequeño y llevarlo en el bolsillo, llevarlo en la cartera y cuando puedo, durante la jornada, leer un pasaje, para encontrar a Jesús allí? Nos harán bien estas dos preguntas. Que el Señor nos ayude”.

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