Hoy —ante tantos contrasentidos de nuestra historia— los
cristianos debemos procurar que nuestra noción de Dios (Razón y Amor) orqueste
el debate sobre el hombre. Primero, Dios mismo es el "Logos", el
origen racional de toda la realidad, la razón creadora de la que ha nacido el
mundo y que se refleja en el mundo: por eso el hombre se adhiere a Él mediante
la apertura y la defensa de una razón que no puede permanecer ciega ante las
dimensiones morales del ser.
Segundo, "Logos" significa una razón que no es
sólo matemática, sino fundamento y garantía del bien. Es propio de la fe
cristiana reconocer que Dios —la Razón eterna— es Amor (no es un ser carente de
relaciones, que gira en torno a sí mismo). Precisamente porque es soberano y
creador que lo abarca todo, es Relación y Amor.
—Mi fe en la encarnación, pasión y muerte de Jesucristo,
por los hombres, es la expresión más alta de que el núcleo de toda la moral es
Amor.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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