Hoy, antes que la sanación extraordinaria, Jesucristo
perdona los pecados. ¿Nos parece poco? Aquí surge la gran pregunta: ¿qué ha
traído Jesús realmente, si no ha traído la paz al mundo, el bienestar para
todos, un mundo mejor sin dolores? ¿Qué ha traído? La respuesta es muy
sencilla: ha traído a Dios.
Aquel Dios cuyo rostro se había ido revelando primero poco
a poco, desde Abraham hasta la literatura sapiencial, pasando por Moisés y los
Profetas; el Dios que sólo había mostrado su rostro en Israel y que, si bien
entre muchas sombras, había sido honrado en el mundo de los pueblos; ese Dios,
el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Dios verdadero, Jesús lo ha traído a los
pueblos de la tierra. Ahora conocemos su rostro, ahora podemos invocarlo.
—Jesús, Tú nos has traído a Dios y la verdad sobre nuestro
origen y nuestro destino; nos has traído la fe, la esperanza y el amor. Sólo
nuestra dureza de corazón puede hacernos pensar que esto es poco…
Fuente: master·evangeli.net
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