Lectura del santo evangelio según san
Lucas 12, 35-38
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened ceñida la cintura y
encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor
vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a
quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá,
los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o
de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.»
Reflexión del Evangelio de hoy
Jesucristo,
nuestro Señor, causará la salvación y la vida eterna
Conocemos
la obra del pecado, trae la muerte que nos separa de Dios. Hoy San Pablo nos
recuerda la obra de Jesús de Nazaret. Con su vida, muerte y resurrección nos ha
traído la vida, la vida en abundancia, la vida divina, la vida de hijos de Dios
y hermanos de todos los hombres, la vida eterna y feliz después de nuestro
tránsito por la muerte. No es extraño que San Pablo proclame: “Si creció el
pecado, más desbordante fue la gracia”.
Jesús
nos ofrece todos estos regalos de manera gratuita, guiados por su amor hacia
nosotros, pero se necesita, en primer lugar, nuestra aceptación voluntaria,
nuestro decir sí a Jesús, a su persona y a su mensaje. De esta manera,
viviremos muy unidos a Jesús, dejaremos que nazca, se instale y reine en
nuestro corazón, para que nuestros pensamientos sean como los de Jesús, nuestra
manera de amar sea como la de Jesús, nuestros sentimientos sean los
sentimientos de Jesús. “Ya no soy yo quien vive es Cristo quien vive en mí”.
Abrirle…
apenas venga y llame
Es
elemental y la experiencia nos lo dice. Las cosas bellas y sublimes hay que
cuidarlas y mimarlas. Por ejemplo, la amistad con personas humanas, con hombres
y mujeres. Debemos estar muy atentos parar cultivar y ahondar en esa relación,
para que todo contribuya a hacerla más profunda. Estamos siempre preparados
para crecer en la amistad con ellos, para vivir e intimar más con ellos… porque
esa amistad nos hace mucho bien, nos ayuda a vivir.
Jesús
a lo largo de su evangelio en varias ocasiones, como en el evangelio de
hoy, nos dice que debemos cuidar mucho nuestra relación con Dios. Jesús
nos invita a que no vivamos distraídos, sin darnos cuenta de las cosas grandes
que Dios nos ofrece a todos, en medio de las mil vicisitudes de nuestra
historia. Quiere que siempre estemos vigilantes, ojo avizor para captar y
responder a las múltiples maneras que tiene Dios de llamar a nuestra puerta…
para que “apenas venga y llame” le abramos y le acojamos en nuestro
corazón. No podemos vivir despistados, sino muy atentos, “con la cintura ceñida
y encendidas las lámparas”, ante las venidas, llamadas, insinuaciones, citas…
de Dios. Siempre nos ofrece algo bueno para nosotros.
San
Antonio María Claret (1807-1870) nació en Sallent (España). Ordenado sacerdote,
recorrió Cataluña predicando el evangelio. Arzobispo de Santiago de Cuba.
Fundador de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de
María. Dice que un claretiano “no piensa sino cómo seguirá e imitará a
Jesucristo en trabajar, sufrir y en procurar siempre y únicamente la mayor
gloria de Dios y la salvación de las almas”.
Fray
Manuel Santos Sánchez
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
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