Hoy vemos a Jesús en el cenáculo, rodeado por los Apóstoles, en un clima de especial intimidad. Él les da las últimas recomendaciones antes de la Pasión. Escuchamos ahora la exhortación a la unidad alrededor de la Palabra que les ha anunciado. De nuevo, Jesús se refiere a su Padre del cielo. Un Padre que nos quiere reunir alrededor de su Hijo.
Jesucristo, como buen Hijo, es un reflejo perfecto del Padre.
Es el "Verbo" (Imagen) de Dios, su "Palabra". Al Padre
llegamos a través de esta Palabra. Cristo nos ha hablado de sí mismo, del
Padre, del Espíritu Santo, de su Reino... ¡Y del hombre! La Iglesia no cesa de
enseñarnos esta Palabra. Lo hace guiada por el Espíritu de la Verdad, que
asiste muy particularmente al Papa, Vicario de Cristo.
—Señor, Tú te nos has dado a conocer. Quisiera agradecerte
tu confianza con una fiel atención a las enseñanzas de la Iglesia, al
Magisterio y al Papa.
Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat
del Vallès, Barcelona, España).
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