28 de octubre, 2013 (romereports.com) En su homilía en Casa Santa Marta, el Papa Francisco invitó a ver a Jesús como alguien de carne y hueso que también reza por los hombres. Dijo que Jesús, con sus llagas, recuerda al Padre el precio que pagó por la salvación de la humanidad.
Papa Francisco
“Es el intercesor, el que reza, y reza a Dios con nosotros y ante nosotros. Jesús nos ha salvado, hizo esta gran oración, su sacrificio, su vida, para salvarnos, para justificarnos: estamos justificados gracias a Él. Ahora se ha ido, y reza. Pero, ¿Jesús es un espíritu? ¡Jesús no es un espíritu! Jesús es una persona, un hombre, con carne como la nuestra, pero en la gloria. Jesús tiene las llagas en las manos, en los pies, en el costado y cuando ora al Padre muestra este precio de la justificación, y reza por nosotros, como diciendo: ‘Pero, Padre, que esto no se pierda'”.
Francisco también elogió a quienes piden a los demás que recen por ellos y explicó que ésta era una actitud muy cristiana, ya que hace que las personas se unan como hermanos.
Extracto de la Homilía del Papa
(Fuente: Radio Vaticana)
“Es el intercesor, el que reza, y reza a Dios con nosotros y ante nosotros. Jesús nos ha salvado, hizo esta gran oración, su sacrificio, su vida, para salvarnos, para justificarnos: estamos justificados gracias a Él. Ahora se ha ido, y reza ¿Pero Jesús es un espíritu? ¡Jesús no es un espíritu! Jesús es una persona, un hombre, con carne como la nuestra, pero en la gloria. Jesús tiene las llagas en las manos, en los pies, en el costado y cuando ora al Padre muestra este precio de la justificación, y reza por nosotros, como diciendo: ‘Pero, Padre, que esto no se pierda'”.
“Al principio, Él realizó la redención, justificó a todos, pero ahora, ¿qué hace? Intercede, reza por nosotros. Pienso en qué habrá sentido Pedro cuando lo renegó, y luego Jesús lo miró y él lloraba. Podía arrepentirse. Muchas veces, entre nosotros, nos decimos: 'Reza por mí, ¿eh?, lo necesito, tengo tantos problemas, tantas cosas: Reza por mí’. Y eso es bueno, ¿eh?, porque nosotros hermanos debemos rezar los unos por los otros”.
“Él reza por mí; reza por todos nosotros y reza con coraje porque hace ver al Padre el precio de nuestra justicia: Sus llagas. Pensemos tanto en esto y demos gracias al Señor. Agradezcamos por tener un hermano que reza con nosotros y reza por nosotros, intercede por nosotros. Y hablemos con Jesús, digámosle: ‘Señor, Tú eres el intercesor, Tú me has salvado, me has justificado. Pero ahora, reza por mí’. Y confiemos nuestros problemas, nuestra vida, tantas cosas a Él , para que Él las lleve al Padre”.
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