17-10-2013 Radio Vaticana
(RV).- Si un cristiano “se convierte en discípulo de la
ideología ha perdido la fe”, lo dijo el Papa Francisco esta mañana en la misa
en la Casa de Santa Marta. El Obispo de Roma puso en guardia a los cristianos
de la actitud de tener “la llave en el bolsillo y la puerta cerrada, y reiteró
que si no hay oración, se abandona la fe y se cae en la ideología y en el
moralismo”.
“¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han
apoderado de la llave de la ciencia!” El Santo Padre desarrolló su homilía
partiendo de la advertencia de Jesús de la que habla el Evangelio de hoy. El
Papa actualizó esta advertencia. “Cuando vamos por la calle y nos encontramos
una iglesia cerrada - dijo - sentimos algo extraño”, porque “una iglesia que
esté cerrada, no se entiende”. “A veces,” subrayó, “se nos dan explicaciones”
que no son tales: “son pretextos, son justificaciones, pero la realidad es que
la iglesia está cerrada y la gente que pasa no puede entrar”. Y, peor aún, “el
Señor que está dentro no puede salir”. Hoy, agregó el Pontífice, Jesús habla de
esta “imagen de la clausura”, es “la imagen de los cristianos que tienen la
llave, pero la ocultan, no abren la puerta”. Peor aún, “se detienen en la
puerta” y “no dejan entrar”, y al hacerlo, “ni siquiera ellos entran”. La
“falta de testimonio cristiano - observó - hace esto” y “cuando ese cristiano
es un sacerdote, un obispo o un Papa es peor”. Pero, se preguntó Francisco,
¿cómo es que un “cristiano cae en esta actitud de llave en el bolsillo y puerta
cerrada?”.
“La fe pasa, por así decirlo, por un alambique y se
convierte en ideología. Y la ideología no convoca. En las ideologías no está
Jesús: su ternura, su amor, su docilidad. Y las ideologías son rígidas,
siempre. Ideologías de todo tipo: rígidas. Y cuando un cristiano se convierte
en discípulo de la ideología, ha perdido la fe: no es más un discípulo de
Jesús, es un discípulo de esta actitud de pensamiento, de esto... Y por esto
Jesús les dice: 'Ustedes se han llevado la llave de la ciencia’. El
conocimiento de Jesús es transformado en un conocimiento ideológico e incluso
moralista, porque estos cerraban la puerta con tantas prescripciones”.
Jesús nos lo dijo, continuó el Papa: “Ustedes cargan sobre
los hombros de la gente tantas cosas, pero sólo una es necesaria”. Y esto es el
proceso “espiritual, mental” de los que quieren la llave en el bolsillo y la
puerta cerrada:
"La fe se convierte en ideología y la ideología
asusta, la ideología ahuyenta a la gente, aleja, aleja a la gente y aleja a la
Iglesia de la gente. Es una enfermedad grave, la de los cristianos ideológicos.
Es una enfermedad, pero no es nueva, ¿eh? Ya el apóstol Juan en su primera
carta, hablaba de esto. Los cristianos que pierden la fe y prefieren las
ideologías. Su actitud es: volverse rígidos, moralistas, especialistas en
ética, pero sin bondad. La pregunta puede ser ésta, ¿no? ¿Por qué un cristiano
puede volverse así? ¿Qué sucede en el corazón de aquel cristiano, de aquel
sacerdote, de aquel obispo, de aquel Papa, que se vuelve así? Simplemente una
cosa: aquel cristiano no ora. Y si no hay oración, tu siempre cierras la
puerta”.
“La llave que abre la puerta a la fe -anotó el Papa- es
la oración”. Y advirtió: “Cuando un cristiano no ora sucede esto. Y su
testimonio es un testimonio soberbio”. “El que no ora es un soberbio, es un
orgulloso, es uno seguro de sí mismo. No es humilde. Busca la propia
promoción”. En cambio, afirmó, “cuando un cristiano ora, no se aleja de la fe,
habla con Jesús”. Y, puntualizó “digo orar, no digo decir oraciones, porque
estos maestros de la ley decían tantas oraciones” para hacerse ver. En cambio,
Jesús dice: " Cuando ores, entra en tu habitación y ora al Padre en
secreto, de corazón a corazón”. “Una cosa - dijo el Papa - es orar, y otra cosa
es decir oraciones”.
“Estos no oran, abandonan la fe y la transforman en
ideología moralista, la casuística, sin Jesús. Y cuando un profeta o un buen
cristiano los reprende, hacen lo mismo que hicieron con Jesús: ‘Cuando salió de
allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta
sobre muchas cosas y tendiéndole trampas -son insidiosos- para sorprenderlo en
alguna afirmación’. Ellos no son transparentes. Pobrecitos, son gente manchada
por la soberbia. Pidamos al Señor la gracia, primero: de no dejar de orar, para
no perder la fe: permanecer humildes, y así no nos cerraremos, gente que cierra
el camino al Señor”.
(RC-RV)
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